Ladrones de pastelerías y colegios

Detenido un grupo de cinco jóvenes que sumaban más de 150 antecedentes

Tenían debilidad por lo dulce, aunque luego robasen algo más que simples pasteles. Los Mossos d’Esquadra han detenido a un grupo de cinco jóvenes (ninguno superaba los 25 años) acusados de cometer una veintena de atracos, con cierta reincidencia en pastelerías de lujo y colegios. Entre todos sumaban más de 150 antecedentes policiales.

El caso más llamativo fue el pasado mes de agosto cuando entraron en la pastelería Escribà. Pero fueron algo torpes, y los dueños sorprendieron al grupo saliendo del establecimiento. En la huida, los ladrones dejaron olvidadas sus herramientas de trabajo: ...

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Tenían debilidad por lo dulce, aunque luego robasen algo más que simples pasteles. Los Mossos d’Esquadra han detenido a un grupo de cinco jóvenes (ninguno superaba los 25 años) acusados de cometer una veintena de atracos, con cierta reincidencia en pastelerías de lujo y colegios. Entre todos sumaban más de 150 antecedentes policiales.

El caso más llamativo fue el pasado mes de agosto cuando entraron en la pastelería Escribà. Pero fueron algo torpes, y los dueños sorprendieron al grupo saliendo del establecimiento. En la huida, los ladrones dejaron olvidadas sus herramientas de trabajo: una maleta con una bombona de acetileno, una bombona de oxígeno y un soplete. Su intención era alcanzar los 3.000 grados centígrados con una llamarada y conseguir así que la caja fuerte de la pastelería prácticamente se fundiese. Lograron hacerse con 3.000 euros, cheques bancarios y documentación.

La policía les detuvo el pasado 17 de diciembre. Según la investigación, los jóvenes están detrás del asalto a cuatro pastelerías de lujo y a cinco centros educativos privados. Cuando actuaban usaban también un potente inhibidor de alarmas, según explicó ayer el inspector del Área de Investigación Criminal de Barcelona (AIC), Ramon Grasa, en declaraciones recogidas por Europa Press.

Con butrón

La policía ha constatado que los jóvenes preparaban con esmero sus golpes. Estudiaban el lugar, controlaban los turnos, si tenían vigilante... para que la tarea fuese más sencilla el día del robo. Normalmente, uno de ellos se quedaba en el exterior, mientras el resto entraba haciendo un butrón o perforando ventanas y puertas.

Tampoco les hacían ascos a las joyerías o las tiendas de fotografías. Incluso en un caso entraron en un domicilio, aunque el inspector Grasa lo atribuye a la “oportunidad” que vieron, más que a algo planificado, puesto que no tiene nada que ver con el resto de robos. El Cuerpo Nacional de Policía detuvo además a otras dos personas residentes en Madrid, “asiduos a pasar temporadas en Barcelona”, en palabras de Grasa.

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