CiU y ERC también reinan en Barcelona

Se acostumbra a decir que una ciudad vota diferente en las elecciones municipales que en las autonómicas y las generales. Barcelona parece que quiere romper esta máxima. Según el Barómetro del Ayuntamiento, la intención de voto de los barceloneses se concentra en las fuerzas soberanistas: CiU y ERC, igual que pasó en los comicios del 25-N. Así, los republicanos pasarían a ser la segunda fuerza de la ciudad, triplicando su resultado (del 3% de votos al 10,6%) respecto a las municipales del 2011, cuando estuvieron a un paso de quedarse sin representación. La CUP también se beneficiaría de esta e...

Se acostumbra a decir que una ciudad vota diferente en las elecciones municipales que en las autonómicas y las generales. Barcelona parece que quiere romper esta máxima. Según el Barómetro del Ayuntamiento, la intención de voto de los barceloneses se concentra en las fuerzas soberanistas: CiU y ERC, igual que pasó en los comicios del 25-N. Así, los republicanos pasarían a ser la segunda fuerza de la ciudad, triplicando su resultado (del 3% de votos al 10,6%) respecto a las municipales del 2011, cuando estuvieron a un paso de quedarse sin representación. La CUP también se beneficiaría de esta estela independentista y entraría, por primera vez en su historia, en el Consistorio.

Emulando lo sucedido en las elecciones autonómicas de noviembre, cuando ERC también se erigió como segunda fuerza, el impulso de ERC contrasta con el hundimiento del PSC. Los socialistas perderían, según la encuesta, más de la mitad de sus votantes (del 11,5% pasarían al 4,7%), cosa que desploma a la formación de Jordi Martí a la cuarta posición. También como un espejo del 25-N se repite la caída de CiU hasta el 14,4%, seis décimas menos, mientras ICV y Ciutadans mejoran ligeramente. El PP baja en comparación con barómetros anteriores hasta el 1,7%, pero hay mucho voto oculto que después se refleja en un 9% de las papeletas reales en las urnas.

Una de las claves que explicarían este resultado clónico al 25-N es que la encuesta se realizó tres semanas después de los comicios autonómicos. De hecho, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Joaquim Forn, admitió ayer que la proximidad de ambos eventos ha podido influir en el resultado. Por este motivo, el PSC consideró que el Barómetro está “contaminado”, mientras el PP lo tachó de “innecesario” y ERC aplaudió el resultado.

En cuanto a la valoración de los líderes políticos locales, el único que aprueba, pero con un justísimo 5,1, es el alcalde Xavier Trias (CiU). Le sigue el republicano Jordi Portabella, que mejora ligeramente —hasta un 4,9— su imagen respecto al Barómetro de junio, mientras empeoran el ecosocialista Ricard Gomà (4,5) y el socialista Jordi Martí (4,1). El peor valorado es Alberto Fernández (PP), con un 2,9.

La encuesta municipal, de carácter semestral y realizada a 800 personas, también pregunta sobre las preocupaciones de los barceloneses. La crisis y el paro son los principales quebraderos de cabeza de los habitantes de la capital, pero sube la inquietud por los recortes y el tráfico.