“O me hacen caso o salta todo por los aires”

Un hombre ha entrado esta mañana armado con una pistola detonadora, un arma simulada que hace el ruido de las balas pero que en realidad no las dispara, en un centro de especialidades de Madrid, que ha sido desalojado de pacientes y personal a toda prisa y de forma "más o menos ordenada", según han indicado varios testigos. El individuo ha realizado varias detonaciones, entre tres y cuatro, y se ha encerrado en una de las salas, donde ha sido reducido y detenido por la Policía. El detenido ha sido identificado como Jesús J. M. H., de 32 años. Es esquizofrénico y está en tratamiento psiquiátric...

Un hombre ha entrado esta mañana armado con una pistola detonadora, un arma simulada que hace el ruido de las balas pero que en realidad no las dispara, en un centro de especialidades de Madrid, que ha sido desalojado de pacientes y personal a toda prisa y de forma "más o menos ordenada", según han indicado varios testigos. El individuo ha realizado varias detonaciones, entre tres y cuatro, y se ha encerrado en una de las salas, donde ha sido reducido y detenido por la Policía. El detenido ha sido identificado como Jesús J. M. H., de 32 años. Es esquizofrénico y está en tratamiento psiquiátrico, según fuentes sanitarias.

Los hechos han ocurrido en el centro de especialidades José Marvá, situado en la calle Bravo Murillo 350, al lado plaza de Castilla, sobre las once de la mañana. El arrestado había acudido a este centro de salud del distrito de Tetuán de la capital a gestionar una baja. Tras entrar con normalidad en el edificio, ha subido a la cuarta planta, donde se encuentra inspección.

Leticia Agun, estudiante de 22 años, ha explicado que se ha dirigido al mostrador para pedir una cita para su madre. Ya intentó que se la dieran la semana pasada pero no lo logró a causa de la huelga en la sanidad madrileña. Las administrativas le han comunicado que debía esperar la cola, momento en el que el hombre ha sacado la pistola y ha disparado al aire. También ha dicho que quería un negociador porque tenía "explosivos en la mochila" y se ha atrincherado en un despacho. "O me hacen caso o salta todo por los aires", gritaba, al tiempo que amenazaba con tirarse por la ventana.

Al lugar han acudido bomberos, Policía Nacional y Municipal y Samur, que han procedido a evacuar el edificio mientras hablaba con el hombre un negociador de la Policía, que le ha pedido que depusiera su actitud. El centro de especialidades, que depende del hospital la Paz, estaba bastante lleno y se han vivido momentos de pánico, ya que solo se ha sabido que no era un arma de fuego tras la detención. "Le han reducido y le han sacado con la cara tapada", ha indicado Leticia Agun.

"Nos hemos asustado mucho porque nos han dicho que había amenaza de bomba y un tío con una pistola en la cuarta planta", ha señalado Presen, una mujer que tenía consulta en la segunda planta. "Hemos salido todos a la calle rápidamente por si ocurría algo", ha añadido, temblorosa. "Llevamos el susto en el cuerpo, pensamos que podía habernos pasado de todo, lo hemos pasado muy mal", ha confesado esta paciente.

"Cuando ha llegado la policía lo han sacado entre varios, es un tío bastante alto y grande y en cuanto se lo ha llevado la policía nos han dejado entrar de nuevo en el centro", ha explicado Máximo, que esperaba a esa hora para ser atendido con un carro de oxígeno. "Todo el mundo ha salido despavorido pero yo, como no puedo correr, me he quedado en la puerta", ha indicado.

"he salido corriendo escaleras abajo con la enfermera con mucho susto y mucho terror en cuanto he oído el disparo. Los médicos y las enfermeras han huido con las batas, sin tiempo para coger los abrigos. Hemos salido a toda velocidad, teníamos mucho miedo2, ha narrado otra paciente, Carmen López.

En el incidente no ha habido heridos, han confirmado fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y de Emergencias Madrid. A media mañana, varios coches de la policía se encontraban a las puertas del recinto sanitario, que ha reanudado su actividad tras el incidente. Varios vigilantes de seguridad impiden el acceso de la prensa al edificio.