Fin de trayecto para O Chucán

Un jurado popular condena por el crimen de una prostituta al hombre que fue absuelto hace dos años

José Carnero (derecha), conocido como O ChucánEliseo Trigo (EFE)

José Carnero, más conocido como O Chucán, regresa a la cárcel dos años después de que un jurado popular lo absolviera del crimen de una prostituta que frecuentaba su casa, en el municipio lucense de Sober. Otro jurado le declaró ayer culpable y le envió a la prisión de Bonxe, luego de muchas horas de deliberaciones en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. El veredicto pone fin a un sórdido y truculento episodio judicial, que hizo de Carnero pasto del espectáculo mediático. Tras ser absuelto, O Chucán había balbuceado unas declaraciones a la prensa en las que confesaba ser el autor del...

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José Carnero, más conocido como O Chucán, regresa a la cárcel dos años después de que un jurado popular lo absolviera del crimen de una prostituta que frecuentaba su casa, en el municipio lucense de Sober. Otro jurado le declaró ayer culpable y le envió a la prisión de Bonxe, luego de muchas horas de deliberaciones en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. El veredicto pone fin a un sórdido y truculento episodio judicial, que hizo de Carnero pasto del espectáculo mediático. Tras ser absuelto, O Chucán había balbuceado unas declaraciones a la prensa en las que confesaba ser el autor del crimen. El escándalo estaba servido y obligó a la justicia a reaccionar. Se reabrió el caso y el asunto quedó ayer definitivamente cerrado con un veredicto de culpabilidad.

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 Carnero, una persona marginal y solitaria, con un coeficiente intelectual muy bajo, ni se inmutó cuando en la sala de la Audiencia se le comunicó ayer al filo de las dos de la tarde, la decisión unánime de declararle culpable nime por parte de las ocho mujeres y los tres hombres que integraban el jurado. Todos habían sido testigos a lo largo de la semana de las declaraciones de los testigos y del ataque epiléptico que sufrió O Chucán en plena vista, el pasado miércoles, lo que obligó a hospitalizarle y a suspender el juicio durante un día.

“Hija, se ha hecho justicia”. Tránsito Caballero, la madre de la víctima, cuenta que lo primero que hizo tras notificarle su abogada el veredicto fue mirar al cielo y exclamar esta frase. “Me sentía impotente por que pudiera cometer otra barbaridad. Para mi, siempre fue el asesino de mi hija y no podía estar fuera”, se lamenta la mujer.

Los hechos juzgados dos veces ocurrieron en septiembre de 2007. No era la primera vez que Carnero frecuentaba el club de alterne donde trabajaba la víctima. Tampoco era la primera vez que la llevaba a su casa, en la parroquia de Arxemil en el municipio de Sober. Allí, O Chucán había vivido con su madre y una hermana, que decidieron abandonarle cansadas de sus amenazas. Y allí mismo, días después, era localizado el cadáver de Pilar Palacios. La violencia empleada fue tal que ni siquiera la madre se atrevió a ver el cuerpo sin vida de su hija para darle sepultura. La condena a O Chucán será a 15 años, de los que ya ha consumido los dos que pasó entre su detención y el juicio en el que el primer jurado no encontró pruebas concluyentes de que fuese el autor del crimen. “Yo lo hubiera condenado de por vida”, advierte la madre, pese a su satisfacción por el veredicto.

Aunque al final hubiese unanimidad, el nuevo veredicto también se tomó su tiempo: el jurado estuvo deliberando durante 20 horas antes de anunciar la decisión.

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