El motor exportador renquea

El motor de las exportaciones, el que hasta ahora tiraba de la economía catalana, ha empezado a renquear. La recesión en la zona euro ha pasado ya factura a Cataluña, que vio cómo en septiembre se rompía la racha que llevaban sus ventas exteriores de 33 meses de ininterrumpido crecimiento. Aunque el saldo de los tres primeros trimestres sigue siendo positivo, según el Ministerio de Economía y Competitividad, en septiembre las exportaciones cayeron el 7,4% respecto al mismo mes de 2011, hasta los 4.567,5 millones de euro...

El motor de las exportaciones, el que hasta ahora tiraba de la economía catalana, ha empezado a renquear. La recesión en la zona euro ha pasado ya factura a Cataluña, que vio cómo en septiembre se rompía la racha que llevaban sus ventas exteriores de 33 meses de ininterrumpido crecimiento. Aunque el saldo de los tres primeros trimestres sigue siendo positivo, según el Ministerio de Economía y Competitividad, en septiembre las exportaciones cayeron el 7,4% respecto al mismo mes de 2011, hasta los 4.567,5 millones de euros.

Las exportaciones se presentaban hasta hoy como la puerta de salida de la crisis. La aplicación generalizada de medidas contractivas —por ejemplo, subidas de impuestos, recorte del gasto público o rebajas salariales— dejaba en manos de las ventas exteriores y el turismo la vía para salir del pozo. De hecho, la actividad comercial catalana fuera de las fronteras españolas fue el principal indicador que usó el presidente de la Generalitat, Artur Mas, a la hora de presentar en el Parlament el pobre balance económico de esta breve legislatura.

Sin embargo, la aplicación generalizada de medidas de austeridad en varios países ha llevado a la zona euro en recesión, después de dos trimestres seguidos de retroceso de su producto interior bruto (PIB). “La entrada en recesión de la zona euro está teniendo un efecto contagio en toda Europa. Y las exportaciones al resto de la Unión Europa suponen dos tercios de las ventas de Cataluña”, explica el profesor de Economía de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Josep Lladós.

Las exportaciones catalanas no habían hecho sino aumentar desde diciembre de 2009 e incluso llegaron a hacerlo por encima del 20%. Sin embargo, durante todo este año ese ritmo se ha ido ralentizando, en especial por la bajada de ventas al resto de la Unión Europa que vienen sufriendo las empresas catalanas desde el mes de junio. El descenso no solo se ha producido de forma acusada, sino que además lo ha hecho antes que en el conjunto de España, que en septiembre todavía registró un aumento del 0,5%. Aun así, hasta septiembre el saldo todavía es positivo al cerrar ese periodo con un aumento del 4,8%.

Las ventas a países de la zona euro descendieron el 11%, aunque esa caída fue mayor en los cuatro principales mercados de Cataluña: Francia, Alemania, Italia y Portugal. Fuera del área de la moneda común, también se resintieron otros países con importantes flujos comerciales, como Reino Unido (-25%) o Suiza (-17,7%). En América del Norte las exportaciones cedieron el 11,7%; en Asia, el 4,7%, y en Oriente Medio, el 5,6%. En septiembre, solo crecieron América Latina (4,3%), África (40,4%) y Oceanía (6,5%).

Josep Lladó, de la UOC, explica que el descenso de las exportaciones no solo se debe a la recesión de la zona euro, sino también a que los competidores “están ajustando precios”. “Hasta ahora contribuía el hecho de que se hubiera producido una gran contención de costes, en especial a través de la contención salarial. Pero eso tiene un límite como elemento competitivo”, explica.

Baja la importación

Las importaciones en septiembre siguieron descendiendo, de acuerdo con los datos del Ministerio de Economía. Estas alcanzaron los 5.737,8 millones de euros, el 7,2% menos que en el mismo mes del año pasado, a causa de la crisis del consumo en España. Todos los sectores registraron caídas, salvo los productos energéticos, cuyas compras aumentaron el 15,4%.

En cuanto a los productos que se exportaron, descendieron sobre todo el sector del automóvil (-47,2%), el de los bienes de consumo duradero, sobre todo electrodomésticos y electrónica (-34,1%), el de bienes de equipo, como maquinaria o material de transporte (-13,3%), y el de las materias primas (-13,9%). En cambio, resistieron el sector agroalimentario (+9,5%) y el energético. El químico apenas varió.