El acusado de matar a una mujer en presencia de su hija dice que iba drogado

El testimonio de la niña, de cinco años, clave para resolver el caso

El acusado de matar a su pareja sentimental en Reus en presencia de su hija de 5 años, durante el juicio. JOSEP LLUIS SELLART

El acusado de matar a su pareja sentimental en Reus en presencia de su hija de cinco años dice que no “recuerda nada” porque había tomado “grandes cantidades” de droga, sobre todo hachís, cocaína y caballo. El hombre, Edgar Eduardo Q. T., de 36 años y nacionalidad ecuatoriana, realizó estas declaraciones durante el juicio por el presunto crimen, iniciado este jueves en la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona. Los hechos sucedieron el 22 de febrero del año pasado en la calle de...

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El acusado de matar a su pareja sentimental en Reus en presencia de su hija de cinco años dice que no “recuerda nada” porque había tomado “grandes cantidades” de droga, sobre todo hachís, cocaína y caballo. El hombre, Edgar Eduardo Q. T., de 36 años y nacionalidad ecuatoriana, realizó estas declaraciones durante el juicio por el presunto crimen, iniciado este jueves en la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona. Los hechos sucedieron el 22 de febrero del año pasado en la calle de Dom Bosco de la capital del Baix Camp, cuando según las investigaciones policiales el acusado asestó una puñalada mortal por la espalda a la madre de su hija, Montse Martín, de 44 años y nacionalidad española. El acusado tenía vigente una orden de alejamiento de la víctima desde 2006, según la cual no podía comunicarse con ella ni acercase a una distancia inferior a 500 metros. Sin embargo, la víctima había pedido solo una semana antes del crimen que se revocara la orden y el detenido afirma que ambos convivían en el domicilio familiar todos los fines de semana.

La tarde del 22 de febrero la pareja fue a buscar a la hija común a la escuela. Después el hombre fue al aeropuerto de Reus para interesarse por un vuelo hacia París, aunque al final no compró el billete porque no tenía suficiente dinero. El acusado dijo durante el juicio que en Francia tiene amigos y le ofrecían trabajo allí. Tras su visita al aeropuerto el hombre regresó al domicilio, donde según reconoce tuvo una “fuerte discusión” con la víctima. Edgar Eduardo afirmó que la disputa se originó porque él le pidió dinero a la víctima tanto para comprar el billete como para adquirir droga.

El ministerio fiscal fija el crimen entre las ocho de la tarde y las dos de la madrugada. La discusión tuvo lugar en la cocina. Allí el presunto agresor le clavó por sorpresa a la mujer en la espalda un cuchillo de 24 centímetros de hoja, mientras le tapaba la boca para que no pudiese gritar. Toda esta escena fue observada por la niña de cinco años, según explicó ella misma a los psicólogos que la atendieron tras descubrirse la muerte en una entrevista emitida durante el juicio. En el vídeo la menor cuenta que estaba viendo dibujos animados en el salón, pero los gritos la alarmaron y se dirigió hacia  la cocina y escondida tras la puerta presenció la muerte. “Ayer mi papá mató a mi mamá”, asegura la menor durante la entrevista. Vio como a su madre “le salía sangre de la nariz y del cuello” y estaba estirada “muerta en el suelo” y “no hablaba”. Después de presenciar la escena, la pequeña explicó que se fue a la cama y que su padre se marchó del domicilio sin mediar palabra con ella. A la mañana siguiente la niña volvió a la cocina, pero no desayunó porque el cuerpo de su madre seguía en el suelo y “no la quería pisar”. Con la misma ropa del día anterior, se fue sola a la escuela y allí explicó lo vivido a sus monitoras. El personal del centro, alarmado, llamó a la policía.

El acusado de perpetrar el crimen asegura que no recuerda haberse fugado de Reus hacia Vinaròs (Castellón) y haber dormido allí en una pensión, tal como fijan las investigaciones policiales. Sí admitió haber ido después a Murcia, donde tras acudir a un cementerio fue detenido por la policía el 28 de febrero en una estación de autobuses. “En Murcia quería que me detuviesen por algún motivo, casi me ofrecí, corrí hacía ellos [la policía]”, aseguró el hombre durante su declaración en el juicio.

La fiscalía solicita para él una pena de 20 años de cárcel por un delito de asesinato y otro año más por romper continuamente la condena, además de una indemnización de 400.000 euros para los familiares de la víctima. Tanto el abogado de la Generalitat como la acusación particular piden 25 años de cárcel porque incluyen cuatro años más por abandono de la menor. El juicio finalizará el 28 de septiembre.

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