“No es un juego, es una estafa”

El Ayuntamiento de Barcelona informar a los turista de que el trile es un engaño

Un trilero en Las Ramblas de BarcelonaENRICO BARAZZONI

Los trileros estafan a los turistas. Algo tan esencial no debe quedar tan claro cuando estos siguen cayendo en la trampa, y los pícaros —rambla arriba, rambla abajo—, cargando sus cajitas de cerillas y la bolita de papel. Con sus juegos de manos consiguen desplumar a sus víctimas. E incluso hay quien aprovecha para robarles las carteras.

 Por eso el Consistorio ha colgado unas banderas grandes y visibles en varias farolas donde se advierte del engaño. En catalán, alemán, español, inglés y francés, avisan: “No es un juego, es una estafa”. E incluyen imágenes de trileros jugando con unas ...

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Los trileros estafan a los turistas. Algo tan esencial no debe quedar tan claro cuando estos siguen cayendo en la trampa, y los pícaros —rambla arriba, rambla abajo—, cargando sus cajitas de cerillas y la bolita de papel. Con sus juegos de manos consiguen desplumar a sus víctimas. E incluso hay quien aprovecha para robarles las carteras.

 Por eso el Consistorio ha colgado unas banderas grandes y visibles en varias farolas donde se advierte del engaño. En catalán, alemán, español, inglés y francés, avisan: “No es un juego, es una estafa”. E incluyen imágenes de trileros jugando con unas nueces y una canica.

Así esperan al menos reducir las estafas a los turistas. La Guardia Urbana ha puesto, desde el año pasado, todas las energías en intentar mitigar la estafa. Pero su esfuerzo no está dando el resultado previsto. Al menos en los casos que han recaído en la Sección Quinta de la Audiencia de Barcelona, que considera excesivo aplicar a los delitos de “bagatela”, como el trile, la figura del “grupo criminal”, un nuevo tipo delictivo que se introdujo en la reforma del Código Penal de 2010 para más de dos personas que actúan en común con una estructura poco compleja. Incluso ha puesto en duda que se les pueda atribuir un delito de estafa porque considera que debería quedar probado que el turista no es consciente de la naturaleza “turbia” del juego.

Para disipar la sombra de duda sobre el engaño, la Audiencia propuso que se “advirtiera a los viandantes mediante los correspondientes carteles informativos, redactados en diferentes idiomas, del riesgo de participar en el juego del trile”. Y así lo ha hecho el Consistorio. Además, los quioscos reproducen el mensaje en sus paneles electrónicos y se han repartido folletos y trípticos informativos.

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