Valencia no recibirá la dársena sin un nuevo acuerdo con el puerto

La alcaldesa, Rita Barberá, dijo que la cesión se realizaría “antes del verano”

Aspecto actual de la dársena del puerto de Valencia.JOSÉ JORDÁN

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, comentó en mayo que esperaba “tenerla antes de verano”. La semana pasada, el nuevo director general del Consorcio Valencia 2007 —que gestiona la Marina Real Juan Carlos I— Pablo Landecho, cambió la previsión a “finales de año” y aseguró que “si no fuera así”, se podrán “arbitrar nuevas fórmulas para el nuevo convenio interadministrativo en el que se está trabajando”. El caso es que, después de 15 años desde que se iniciaron los trámites, la dársena del puerto de Valencia sigue sin ser municipal y, por tanto, el antiguamente llamado Balcón al Mar, irreali...

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La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, comentó en mayo que esperaba “tenerla antes de verano”. La semana pasada, el nuevo director general del Consorcio Valencia 2007 —que gestiona la Marina Real Juan Carlos I— Pablo Landecho, cambió la previsión a “finales de año” y aseguró que “si no fuera así”, se podrán “arbitrar nuevas fórmulas para el nuevo convenio interadministrativo en el que se está trabajando”. El caso es que, después de 15 años desde que se iniciaron los trámites, la dársena del puerto de Valencia sigue sin ser municipal y, por tanto, el antiguamente llamado Balcón al Mar, irrealizable. No lo es porque incumple lo acordado entre el Ayuntamiento, la Generalitat y el Ministerio de Fomento en 1997. Por aquel entonces —como ahora—, dirigidos los tres por miembros del PP.

En aquel convenio, todavía vigente, el Ayuntamiento se comprometió a cumplir cuatro acciones básicas. Las tres primeras, a desarrollar antes de 1999, eran: construir un nuevo acceso ferroviario al puerto, urbanizar y comercializar la primera fase de la Zonas de Actividades Logísticas (ZAL) y realizar lo mismo con el denominado Balcón al Mar. Con sus respectivos retrasos de hasta cinco años, las tres se realizaron. Pero uno de los puntos jamás se ha llegado a desarrollar: la construcción del nuevo acceso norte por carretera. Una empresa que, según denunció la coalición Compromìs, es “otro ejemplo de los grandes anuncios que se desploman por su falta de solidez”. Desde entonces, estos 275.000 metros cuadrados de “regeneración del litoral” que planeaban convertirse en una plataforma flotante para “espectáculos audiovisuales, un mirador, un complejo de tiendas y cines, otro de piscinas cubiertas y un museo naval” son una quimera. Barberá acusó reiteradamente al Gobierno de Zapatero de entorpecer el proyecto. Sin embargo, después de 15 años de gestiones, el futuro de la explanada no tiene más salida que el cambio de convenio.

El Ayuntamiento acusaba

La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) dio recientemente el visto bueno a la “desafectación del suelo” y lo ha notificado a Puertos del Estado. Y la ministra de Fomento, Ana Pastor, también se posicionó a favor de la cesión. En la última reunión mantenida con la alcaldesa, el pasado mes de abril, Pastor eludió un compromiso firme pero enumeró varios estudios y análisis hasta que confió en “agilizar la cesión de los terrenos de la dársena interior del puerto de Valencia a la ciudad”. Con un acuerdo que mantiene el inasumible acceso norte y sin ningún cambio de convenio oficial a la vista, la frase que Barberá profirió en 2007, cuando dijo que “la mitad del puerto es de la ciudad”, nunca dejará de ser cierta.

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