Mis dos familias

'Verano' es una comedia aderezada con intriga en la que dos familias, que no sabían de su existencia mutua, se pelean por una herencia

Hay comedias de intriga, como La huella, de Anthony Shaffer, cuya inverosimilitud poco importa porque funcionan como mecanismos de relojería. Lo mismo sucede con ciertas comedias cómicas descacharrantes (Fuga, de Jordi Galceran, por ejemplo). Verano, de Jorge Roelas, brillante actor cómico que debuta como autor, es una comedia de intriga que parte de una idea interesante: el reparto de una herencia entre las dos familias que Gabriel, editor evanescente, mantenía sin que una tuviera conocimiento de la otra.

Tan buen inicio tiene un desarrollo precario, donde se...

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Hay comedias de intriga, como La huella, de Anthony Shaffer, cuya inverosimilitud poco importa porque funcionan como mecanismos de relojería. Lo mismo sucede con ciertas comedias cómicas descacharrantes (Fuga, de Jordi Galceran, por ejemplo). Verano, de Jorge Roelas, brillante actor cómico que debuta como autor, es una comedia de intriga que parte de una idea interesante: el reparto de una herencia entre las dos familias que Gabriel, editor evanescente, mantenía sin que una tuviera conocimiento de la otra.

Verano

Autor: Jorge Roelas. Intérpretes: Ana Marzoa, Lidia Navarro, Ruth Gabriel. Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda. Dirección: Tamzin Townsend. Teatro Fernán Gómez. Hasta el 29 de julio.

Tan buen inicio tiene un desarrollo precario, donde se descuidan los principios de verosimilitud y coherencia (resulta poco creíble que la editora pretenda que una brillante catedrática le firme un contrato en blanco para escribir luego sobre su firma que renuncia a la herencia), pero sin llegar a entrar en el terreno de la comedia del disparate, hacia la que el esforzado montaje de Tamzin Townsend apunta por momentos, hacia el final, cuando sus intérpretes dan rienda suelta a su aguda intuición humorística. Ellas son el aliciente del espectáculo.

Ana Marzoa y Lidia Navarro defienden el texto con uñas y dientes, dicen lo que les toca como si fueran verdades como puños, se fajan: serían capaces de sacarle punta dramática a las Páginas Amarillas. Su convicción convence: cuando acaben aquí, el Gobierno debería encomendarles renegociar nuestra deuda. Ruth Gabriel le sacaría otro partido a su excelente físico si encontrara más apoyos en el texto. El público del estreno reconoció la labor de las actrices y mostró su simpatía por el autor aplaudiéndoles larga y entusiastamente.

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