El PSC ensalza a Duran para ahondar la división en CiU

Los socialistas quieren al líder de Unió en la cumbre del pacto fiscal

Los socialistas quieren sacar petróleo a la única grieta que el pacto fiscal provoca entre Unió y Convergència. De acuerdo en casi todo, los dos socios de la federación solo discrepan en un apunte: mientras CDC prioriza por encima de todo el modelo de tener la llave de la caja, Unió parece más predispuesta a luchar por el consenso. Es decir, por sumar a toda costa a los socialistas en el acuerdo. Pere Navarro, primer secretario del PSC, y Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió, se reunirán el martes para tratar el modelo de financiación. La entrevista llega después de que el presidente de la...

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Los socialistas quieren sacar petróleo a la única grieta que el pacto fiscal provoca entre Unió y Convergència. De acuerdo en casi todo, los dos socios de la federación solo discrepan en un apunte: mientras CDC prioriza por encima de todo el modelo de tener la llave de la caja, Unió parece más predispuesta a luchar por el consenso. Es decir, por sumar a toda costa a los socialistas en el acuerdo. Pere Navarro, primer secretario del PSC, y Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió, se reunirán el martes para tratar el modelo de financiación. La entrevista llega después de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se entrevistara con Navarro para hablar del pacto fiscal.

El PSC quiere ir más allá, y ayer reclamó que Duran, que recientemente confesó que cada vez se siente más incomprendido tanto en Cataluña como en el resto de España, esté en la cumbre catalana para el pacto fiscal, prevista para final de mes. Jaume Collboni, portavoz socialista, subrayó las diferencias entre CDC y Duran: “Convergència usa el pacto fiscal como arma prelectoral y busca solo la confrontación con el Gobierno español, porque sus contradicciones y sus planes de ajuste no creíbles constatan su fracaso. Duran como mínimo tiene la voluntad de buscar un gran consenso en el Parlament”, planteó, y concluyó: “Duran demuestra una voluntad clara de construir frente a la confrontación que busca Mas”.

El PSC espera más resultados de la reunión con el democristiano que los que obtuvo en el encuentro entre el presidente Mas y Navarro. Esa conversación se cerró sin avances y con gran molestia entre los socialistas porque el portavoz del Gobierno, Francesc Homs, ironizó sobre la debilidad parlamentaria del primer grupo de la oposición. Homs ya ha intentado ahondar en las contradicciones de los socialistas al recordar que durante la tramitación del Estatuto en 2005 votaron a favor de la hacienda única y ahora son partidarios de compartir la llave de la caja con el Estado.

Mas y Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, evidenciaron el jueves sus enormes diferencias sobre el pacto fiscal y Homs cargó ayer de nuevo contra la popular por actuar, dijo, al dictado del Gobierno central. Homs dijo que la prioridad de Mas es dar salida a su modelo financiero y si fracasa, especuló, aunque luego se desdijo, sobre una convocatoria de elecciones anticipadas. Quien no duda es el expresidente de la Generalitat y senador José Montilla, que afirmó que esa propuesta está fuera del marco constitucional.

Petición para que Mas explique los recortes en el Parlament

Los partidos catalanes no quieren que la nueva ronda de recortes anunciada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, pase desapercibida en el Parlament. Los grupos de la oposición ya aprobaron, en el pleno sobre recortes celebrado en abril, una moción que comprometía al Gobierno a explicar cualquier modificación presupuestaria en la Cámara. Ayer todos los grupos, excepto CiU, presentaron una solicitud en el registro de la Cámara catalana en el que se reclama la comparecencia de Mas para explicar los nuevos recortes. La fecha más plausible para las explicaciones del presidente es en la siguiente sesión, prevista para la primera semana de junio.

“No es un plan creíble, sino más bien el plan de un Gobierno desorientado, cuyo único objetivo es pasar un examen y no el de salir de la crisis ni mantener los servicios públicos”, lamentó Jaume Collboni, portavoz socialista. Para Anna Simó, de ERC, el plan de ajuste es “una intervención de facto” del Gobierno central, puesto que compromete a los presupuestos de 2013 y 2014. Dolors Camats, portavoz de ICV, tildó los recortes del “golpe más fuerte” contra el Estado de bienestar.

Solo un día después de presentarlo ante el Consejo de Política Fiscal y Financiera, la vicepresidenta Joana Ortega dudó de una de las previsiones del plan. El documento prevé mantener durante tres años el recorte del 5% al salario de los funcionarios. “Lo único decidido es que la reducción del 5% esté acotada a 2012”, cerró Ortega.

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