El caracol manzana se despierta

El animal resurge en el delta del Ebro tras la hibernación y coincidiendo con la siembra del arroz Los agricultores temen grandes pérdidas

Caracoles manzana en el delta del Ebro.JOSEP LLUÍS SELLART

El caracol manzana ha resurgido con fuerza en el delta del Ebro coincidiendo con el inicio de la campaña del arroz. Los agricultores empezaron la siembra hace tres semanas ya con el pensamiento fijado en la posible presencia del molusco invasor. Sus pesadillas han vuelto a hacerse realidad un año más: el animal ha dormitado todo el invierno bajo la tierra pero con la inundación de los campos y la llegada de temperaturas más cálidas, se ha despertado de nuevo. Estos días, ejemplares tanto pequeños como de grandes dimensiones, pueblan los canales del margen izquierda del delta. Además, trepan po...

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El caracol manzana ha resurgido con fuerza en el delta del Ebro coincidiendo con el inicio de la campaña del arroz. Los agricultores empezaron la siembra hace tres semanas ya con el pensamiento fijado en la posible presencia del molusco invasor. Sus pesadillas han vuelto a hacerse realidad un año más: el animal ha dormitado todo el invierno bajo la tierra pero con la inundación de los campos y la llegada de temperaturas más cálidas, se ha despertado de nuevo. Estos días, ejemplares tanto pequeños como de grandes dimensiones, pueblan los canales del margen izquierda del delta. Además, trepan por los desagües y su presencia se extiende a los arrozales de l’Ermita, en L’Aldea (Baix Ebre).

Fue en esta zona donde se detectaron los primeros caracoles manzana hace tres años. Este mes es el “más peligroso” porque están finalizando la hibernación y empiezan a reproducirse de nuevo, afirma Hernán Subirats, responsable del Departamento de Agricultura de la Generalitat en la lucha contra el caracol manzana. De hecho, los animales ya están poniendo cada noche centenares de huevos, de color rosa brillante, y son visibles en los márgenes de los canales, especialmente en la acequia Mare, o en las paredes de los desagües.

"Hay muchos; volverán a ser un problema", avisa un payés en l'Aldea

“Hay muchos, volverán a ser el gran problema”, dice Pepe Bertomeu, un agricultor de L’Aldea. Otro agricultor, Santi Príncep, señala el edificio de lo que un día fue la sede de la empresa Promotora Bama, dedicada a la importación de animales exóticos. Está a pocos metros de los arrozales y, según todos los indicios, la plaga se inició al escaparse varios caracoles manzana de una de sus piscifactorías. La Generalitat se ha personado como acusación particular en el litigio. Príncep se asoma al campo más cercano a la antigua piscifactoría y saca de entre las raíces del arroz a varios caracoles manzana. Mientras los aplasta con una piedra, cuenta que el propietario del arrozal hace unos días ya llenó medio cubo con ejemplares. “Será muy difícil acabar con esto, incluso los han visto en el puente de Amposta”, asegura Príncep. Como medida extraordinaria, por segundo año consecutivo, la Unión Europea permitió secar los campos este invierno. Se vertió agua salada en muchos arrozales, además de instalar trampas. Subirats cree que esto los ha afectado. Ignasi Ripoll, representante de la ONG medioambiental SeoBirdlife, coincide con él. “La situación ha mejorado en cuanto a número de ejemplares pero hemos detectado la presencia de caracoles manzana en lugares nuevos, si no se toman medidas mientras se reproducen volveremos a estar igual”, explica Ripoll.

Cada 10 días una sola hembra de caracol manzana puede poner tres puestas, y en cada una de ellas hay 300 huevos. Este jueves, voluntarios de SeoBirdlife irán al delta a capturar caracoles manzana. Tienen previstas hasta 50 salidas esta temporada. Los voluntarios se adentran en el agua y recogen los ejemplares a mano para no perjudicar a las especies protegidas de náyades que habitan allí. Además, ayer los técnicos de la Generalitat empezaron a tratar los campos con saponina, un derivado de la camelia. “Ahora nos centraremos en la cosecha del arroz; después los perseguiremos por las otras zonas”, dice Subirats. Según sus cálculos, en octubre pasado había tres millones de caracoles manzana en el delta. El único punto débil del animal son sus puestas, porque son visibles. “Si pusiese los huevos dentro del agua estaríamos perdidos; aún así son muy resistentes, ¿Cómo es posible que a cualquier otra plaga le tires un producto y se muera, pero que, en cambio, no exista nada para matar los huevos del caracol manzana? No hay manera de ahogarlos”, dice Subirats. El técnico de la Generalitat no ceja en su empeño; está investigando con algunos productos biodegradables y espera encontrar pronto resultados positivos.

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