Los 215 trabajadores de Inoxcrom temen que el juez liquide la empresa

El fabricante de bolígrafos solicitó concurso de acreedores en 2009 y tiene 215 empleados Los empleados aseguran que "el desmantelamiento" comenzó con la venta, hace tres años

El comité de empresa de Inoxcrom cree que el juzgado de lo mercantil de Barcelona que lleva el concurso de acreedores de Inoxcrom decretará de manera "inminente" el proceso de liquidación de la compañía, ya que la dirección no ha logrado el apoyo de los acreedores para superar sus dificultades. El Juzgado de lo Mercantil número 7 de Barcelona decretó en noviembre de 2009 el concurso voluntario de acreedores del fabricante de bolígrafos con un pasivo de 24,2 millones de euros, lo que no ha impedido que la compañí...

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El comité de empresa de Inoxcrom cree que el juzgado de lo mercantil de Barcelona que lleva el concurso de acreedores de Inoxcrom decretará de manera "inminente" el proceso de liquidación de la compañía, ya que la dirección no ha logrado el apoyo de los acreedores para superar sus dificultades. El Juzgado de lo Mercantil número 7 de Barcelona decretó en noviembre de 2009 el concurso voluntario de acreedores del fabricante de bolígrafos con un pasivo de 24,2 millones de euros, lo que no ha impedido que la compañía, que tiene su planta de la ciudad de Barcelona, haya continuado sus actividades hasta ahora. Entre Barcelona y Madrid, Inoxcrom emplea a 215 personas, que hasta la fecha siguen trabajando para responder a los pedidos.

En un comunicado, el comité de empresa mantiene que la previsible liquidación de la compañía "es la culminación de un desmantelamiento planificado por parte de la empresa desde la venta, en abril de 2009, por un euro". El presidente del comité, Jordi Villanueva (CC OO), ha explicado que cuando se abra el proceso de liquidación los representantes de los trabajdores se personarán en la causa para intentar demostrar ante el juez la existencia de "una trama para extinguir la empresa" y que este estudie si la empresa tiene responsabilidad en el "desmantelamiento".

Entre los principales acreedores de la compañía se encuentran los 105 trabajadores que fueron despedidos con un ERE en 2007 y que no han cobrado las indemnizaciones, además del actual propietario del grupo, Sebastià Clotet; los anteriores propietarios, la familia Vaqué,  y la Seguridad Social. El comité de empresa justifica su voto negativo al plan presentado por la compañía para intentar levantar el concurso de acreedores por la falta de garantías de cobro del crédito que se les adeuda a los trabajadores. Los representantes de los trabajadores apuntan que, de todas maneras, el plan tampoco hubiera fructificado con su voto afirmativo porque le faltaban más avales de los acreedores.

"Lo que sí es concluyente", asegura el comité en el comunicado, "es que el ERE se interpuso en marzo de 2009. Entonces vendieron el paquete accionarial por un euro en abril, para luego demandar a Inoxcrom a través de su otra sociedad (Cevasa) por impago de las rentas de la fábrica, consiguiendo la anotación preventiva en el registro de la propiedad de embargo sobre el inmueble de Inoxcrom". La planta, especifica Villanueva, está en un terreno de 12.000 metros cuadrados "en un área muy jugosa" del barrio de Bon Pastor, próxima al desarrollo de Sant Andreu-Sagrera.

Según el comité, "con esta maniobra (el embargo) se aseguraron de que no se obtuviera financiación externa para abonar las indemnizaciones correspondientes y abocar a Inoxcrom al concurso de acreedores". El concurso se presentó en 2009 poco después de que la familia Vaqué vendiera sus acciones por un euro a Sebastià Clotet y Albert Novel, quien salió del accionariado a los pocos meses.

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