Batasuna aprovecha las palabras de Sarkozy para presionar a Rajoy

El Ejecutivo central rechaza polemizar sobre los presos de ETA

Bilbao -

De quien menos se lo podía esperar, un político de un partido de derechas en precampaña electoral, ha recibido la izquierda abertzale oxígeno para su recurrente reclamación de cambiar la política penitenciaria. La antigua Batasuna se acogió ayer, por segundo día consecutivo, a las palabras pronunciadas el jueves en Bayona, capital del País Vasco francés, por el presidente Nicolas Sarkozy para reclamar al Gobierno que haga gestos con los reclusos de ETA. En un paseo electoral por dicha ciudad en el que fue abucheado e insultado por varios centenares de independentistas, el presidente f...

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De quien menos se lo podía esperar, un político de un partido de derechas en precampaña electoral, ha recibido la izquierda abertzale oxígeno para su recurrente reclamación de cambiar la política penitenciaria. La antigua Batasuna se acogió ayer, por segundo día consecutivo, a las palabras pronunciadas el jueves en Bayona, capital del País Vasco francés, por el presidente Nicolas Sarkozy para reclamar al Gobierno que haga gestos con los reclusos de ETA. En un paseo electoral por dicha ciudad en el que fue abucheado e insultado por varios centenares de independentistas, el presidente francés tildó de “posible y deseable” el acercamiento de los reclusos de la banda.

Maribi Ugarteburu, convertida en una de las principales portavoces de la izquierda abertzale en los últimos tiempos, consideró en una rueda de prensa en San Sebastián que esa postura de Sarkozy debe ser el “ejemplo claro a seguir” para Mariano Rajoy y su Ejecutivo. Al mandatario español, su correligionario del país vecino le ha “tomado la delantera” y dejado en evidencia “su inmovilismo”, abundó Ugarteburu en una comparecencia dedicada en exclusiva a hablar de Sarkozy.

La izquierda radical

Para los herederos de Batasuna, Rajoy debería tomar “las medidas necesarias para el acercamiento de todos los presos políticos a Euskal Herria. Cualquier otra actitud es insostenible para la comunidad internacional, ante la que Rajoy aparece solo”.

El interpelado y el Gobierno en su conjunto evitaron entrar en cualquier polémica con un mandatario que encabeza un partido que es hermano europeo del PP y con el que Rajoy precisamente coincidía ayer en el Consejo Europeo de Bruselas. Allí, y a preguntas de los periodistas, el presidente se limitó a señalar que no comenta declaraciones de los demás y recalcó que su Ejecutivo posee una política antiterrorista.

Un dirigente
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A partir de ahí, nada más que el mensaje repetido una y otra vez por los populares: la clave es que ETA se disuelva, porque mientras la banda terrorista “esté ahí, las cosas siguen siendo más difíciles”. Igual actitud de enfriar el debate tomó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La número dos del Gabinete se remitió a las palabras de Rajoy y zanjó la cuestión señalando que la posición del Ejecutivo “es aplicar la ley, incluida la legislación penitenciaria”.

Desde las filas de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido del partido del presidente francés, uno de sus dirigentes ofreció más argumentos que, sin duda, sonarán bien a la izquierda abertzale. Max Brisson, su secretario de Pirineos Atlánticos, el departamento que engloba el País Vasco francés, aseveró en una rueda de prensa en Biarritz que “Francia se solidariza con la democracia española”. Y prosiguió: “En el marco del proceso de paz, el primer elemento es el acercamiento de prisioneros y el segundo, tal vez, su liberación, porque así se establece en todas las resoluciones políticas de conflictos”.

Eso sí, Brisson consideró “contraproducentes” para la causa independentista vasca los pitidos y abucheos a Sarkozy, una cuestión que también ha abierto polémica entre conservadores y socialistas del país vecino. La UMP sostiene que cargos del PSF se encontraban entre los manifestantes.

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