Fondo de las empresas y de la Seguridad Social

Imagen del interior del hospital de Cruces, en Barakaldo.TXETXU BERRUEZO

Hoy por hoy, Osakidetza financia con más de 106 millones de euros el coste de las enfermedades profesionales que deberían pagar las mutuas y las empresas. Osalan señaló en un informe que presentó el pasado mes de mayo de 2011 que todavía hay una gran cantidad de enfermedades contraídas y desarrolladas en el trabajo, catalogadas como enfermedades profesionales, y que en vez de ser tratadas en las mutuas —entidades sin ánimo de lucro y colaboradoras de la Seguridad Social— son diagnosticadas por el Servicio Vasco de Salud. Y es Osakidetza quien acaba financiado los tratamientos.

Esos 106 ...

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Hoy por hoy, Osakidetza financia con más de 106 millones de euros el coste de las enfermedades profesionales que deberían pagar las mutuas y las empresas. Osalan señaló en un informe que presentó el pasado mes de mayo de 2011 que todavía hay una gran cantidad de enfermedades contraídas y desarrolladas en el trabajo, catalogadas como enfermedades profesionales, y que en vez de ser tratadas en las mutuas —entidades sin ánimo de lucro y colaboradoras de la Seguridad Social— son diagnosticadas por el Servicio Vasco de Salud. Y es Osakidetza quien acaba financiado los tratamientos.

Esos 106 millones de euros suponen el 3,3% del gasto sanitario público, en un contexto en que las mutuas, que se financian con las cuotas de los trabajadores por contingencias profesionales, generan excedentes.

Las fuentes consultadas estiman que hay varias cajas que podrían aportar dinero al futuro fondo de compensación por el amianto. En primer lugar, una posible fuente de financiación para el fondo serían los excedentes de las mutuas, que quizá ahora vayan a estar mucho más controlados por el Gobierno central. También podrían poner dinero grandes empresas que ahora son las que más dinero destinan cada año a indemnizaciones y recargos de prestaciones como CAF, Michelin, Bridgestone, Guardian y otras.

Además, la Seguridad Social dispone, a través de las mutuas de un sustancioso fondo del que podría nutrirse el destinado al amianto. Es el fondo de prestaciones especiales que tienen todas las mutuas.

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