Las críticas de teatro y danza de la semana: una actriz transmutada en galán, una obra de De Filippo al filo de lo verosímil y la consagración del cuerpo de Boris Charmatz
Los expertos de ‘Babelia’ reseñan los estrenos recientes más destacados
Tirso de Molina escribió dos comedias con protagonista travestida: La mujer por fuerza y Don Gil de las calzas verdes. Obras que requerían la habilidad de actrices capaces de afrontar tanto el papel de una dama como la de un galán. La Joven Compañía de Teatro Clásico ha estrenado la segunda de esas divertidas obras, aunque la directora británica Sarah Kane ha repartido en tres actrices distintas los tres personajes que afronta la protagonista, Doña Juana, que se trasmuta, en un alambicado plan de venganza, en Don Gil para seducir a Doña Inés, su rival, y también en Elvira, vecina...
Tirso de Molina escribió dos comedias con protagonista travestida: La mujer por fuerza y Don Gil de las calzas verdes. Obras que requerían la habilidad de actrices capaces de afrontar tanto el papel de una dama como la de un galán. La Joven Compañía de Teatro Clásico ha estrenado la segunda de esas divertidas obras, aunque la directora británica Sarah Kane ha repartido en tres actrices distintas los tres personajes que afronta la protagonista, Doña Juana, que se trasmuta, en un alambicado plan de venganza, en Don Gil para seducir a Doña Inés, su rival, y también en Elvira, vecina y confidente de Inés. Con esta decisión, Kane hurta a una sola intérprete la oportunidad de lucirse con sus destrezas camaleónicas y al espectador la de ver en escena a una verdadera “actriz ambidiestra”, según nos cuenta Javier Vallejo en su reseña de esta semana.
Mientras, el último montaje del director catalán Lluís Pasqual nos sitúa en el territorio del teatro popular, la comedia del arte italiana, la farsa de carretera y manta. Se trata de La gran ilusión, su particular puesta en escena de La gran magia (1948) de Eduardo de Filippo, aderezada con el primer acto de otra obra del mismo autor, Señor y gentilhombre (1922), que se escenifica a modo de entremés. Nos lo cuenta Raquel Vidales en su crítica de la obra: “El argumento se desarrolla al filo de lo verosímil. Ese es su mayor encanto”.
Por último, el gran coreógrafo francés Boris Charmatz ofreció el jueves en el Centro Conde Duque de Madrid su obra Somnole, un sugerente espectáculo en el que el director de la Tanztheater Wuppertal de Pina Bausch desde 2022 acompasa sus movimientos a los silbidos, unos silbidos mecánicos, inconscientes, tal y como los describe el autor: “No hay pensamiento detrás del acto de ese silbido. Solo una especie de pasividad, como cuando estás medio dormido y te mueves sin querer”. La obra se podrá volver a ver el 28 de mayo en el teatro Cánovas de Málaga. “No se lo pierdan”, recomienda nuestra experta Mercedes L. Caballero.