Las críticas de teatro de la semana: un Mouawad vibrante dirigido por Peris-Mencheta y un homenaje irregular a Pessoa

Wajdi Mouawad conmocionó la escena internacional en 2003 con Incendies, tragedia donde dos gemelos en busca de su padre viven una odisea edípica. Cielos, recién estrenada en el Teatro de La Abadía, cierra la tetralogía en la que se engarza Incendies con un cambio de registro virulento. Las protagonistas de las tres primeras piezas se embarcan en un apasionante viaje hacia su pasado familiar. Los de Ciels, el montaje que dirige ...

Wajdi Mouawad conmocionó la escena internacional en 2003 con Incendies, tragedia donde dos gemelos en busca de su padre viven una odisea edípica. Cielos, recién estrenada en el Teatro de La Abadía, cierra la tetralogía en la que se engarza Incendies con un cambio de registro virulento. Las protagonistas de las tres primeras piezas se embarcan en un apasionante viaje hacia su pasado familiar. Los de Ciels, el montaje que dirige Peris-Mencheta en Madrid, rastrean las comunicaciones de todo el planeta para averiguar las coordenadas de un gran atentado próximo sobre el que tienen alguna pista.

Que el poeta es “un fingidor” ya lo sabía Fernando Pessoa hace casi 100 años. Los heterónimos del portugués se pueden leer, si nos ponemos las gafas del siglo XXI, como síntomas de una personalidad múltiple o como distintas performances de un mismo “yo”. El Romea ha recuperado El fingidor, una coproducción del teatro Principal de Palma y el Grec de Barcelona que sigue la estela de los últimos espectáculos de Pep Tosar: es la traslación escénica del corpus literario de un autor. Después de Federico García (Lorca, por supuesto), el poeta portugués es el protagonista de un espectáculo que une la poesía con el circo, el vídeo y la música en directo.

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