Una Constitución para la Tierra escrita por José Antonio Martín Pallín
El exmagistrado firma ‘Los derechos de la Tierra’, una llamada a la movilización antes de que sea demasiado tarde para el planeta
“Las naciones firmantes de este texto constitucional, conscientes de la necesidad de preservar en condiciones de habitabilidad la vida humana en nuestro planeta, asumimos la obligación de adoptar las medidas que nos marcan las aportaciones de la ciencia para evitar la destrucción de la Tierra”. De este modo comienza su esbozo de Constitución planetaria el exmagistrado José Antonio Martín Pallín, en el libro Los derechos de la Tierra, un raro espécimen de las librerías editado en la colección ¡Movilizaos! de la revista digital CTXT.ES. A sus ...
“Las naciones firmantes de este texto constitucional, conscientes de la necesidad de preservar en condiciones de habitabilidad la vida humana en nuestro planeta, asumimos la obligación de adoptar las medidas que nos marcan las aportaciones de la ciencia para evitar la destrucción de la Tierra”. De este modo comienza su esbozo de Constitución planetaria el exmagistrado José Antonio Martín Pallín, en el libro Los derechos de la Tierra, un raro espécimen de las librerías editado en la colección ¡Movilizaos! de la revista digital CTXT.ES. A sus 86 años, el jurista gallego es el primero en reconocer lo utópico que resulta esta propuesta, pero al mismo tiempo profundiza en ella sin complejos, por considerar que merece ser estudiada, analizada e incluso estructurada en un texto que sirva de borrador.
En su sueño a lo Luther King, este otro Martín se imagina un mundo en el que se reconozca que todas las especies son titulares de derechos y se convierta la lucha contra el cambio climático en una obligación ética y jurídica. A muchos seguramente les parecerá un planteamiento muy alejado de la realidad, pero resulta innegable el avance de estos nuevos enfoques del Derecho en el terreno ambiental. En el bando de los defensores ambientales, cada vez tienen un papel más relevante los abogados y juristas.
Martín Pallín pone como ejemplo la Constitución de Bolivia y la de Bután, inspirada en la filosofía budista, que establece que al menos un 60% del territorio del país debe mantenerse virgen. Pero hay otro caso todavía más llamativo en España, y Europa, que no está en el libro, la aprobación hace apenas un mes de la Ley que por primera vez otorga personalidad jurídica a un ecosistema: el mar Menor de Murcia. Este fue un insospechado final feliz para una iniciativa que empezó con otra ensoñación de una profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad de Murcia, Teresa Vicente, que consiguió el apoyo de 600.000 firmas para llevar la iniciativa al Congreso español. Claro que aquí es más que una laguna, se trata de todo un planeta.
El mayor interés de este libro que no llega a las cien páginas está en que esta reflexión utópica no nace de cualquier cabeza, sino de la de un exfiscal y exmasgistrado de la sala segunda de lo Penal del Tribunal Supremo que conoce bien las trampas del sistema. Martín Pallín reconoce que los avances de las sociedades en seguridad y protección legal frente a los riesgos de las industrias y de las explotaciones peligrosas se activaron a golpe de tragedias, como es el caso del desastre de Bhopal de 1984. Como incide, hasta ese momento, la mayoría de los códigos penales tradicionales no habían previsto la regulación de los llamados delitos ambientales. Y él mismo participó en la primera sentencia condenatoria por delito ambiental en España dictada por el Tribunal Supremo en diciembre de 1990, por las emisiones de dióxido de azufre y de partículas sólidas de la central térmica de Cercs (en Barcelona).
A pesar de estos avances en la esfera legal, el exmagistrado gallego defiende que Tierra necesita más Derecho. Esta es la idea que recoge del jurista italiano Luigi Ferrajoli, primero en abogar por una Constitución para el planeta. En este libro dedicado a sus amigos Stepháne Hessel y José Luis Sampedro, el gallego se atreve a imaginar cómo sería este texto constitucional, llamando al mismo tiempo a la movilización antes de que sea demasiado tarde. Y ya puesto, Martín Pallín propone para el mundo una bandera con los colores del arcoíris e incluso un himno, La canción de la Tierra de Gustav Mahler.
Los derechos de la Tierra
CTXT, 2022
92 páginas, 10 euros.
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