‘Memorias de una mujer libre’, una vida sin rodeos
Nuria Amat escribe de sí misma en esta autobiografía con la mayor naturalidad, sin falsas modestias, para abordar desde su historia familiar hasta su compromiso político
El gran dilema que las mujeres de la generación de Nuria Amat (Barcelona, 1950) tuvieron que resolver fue cómo conseguir dos propósitos a la vez: vivir el amor y alcanzar la propia identidad de forma satisfactoria. Tal vez sea este el gran dilema, al menos uno de ellos, del ser humano, si la cuestión que se plantea es cómo concebir un amor que permita al otro penetrar con fuerza en la propia existencia sin que esta pierda su arraigo, sus ambiciones y objetivos. En todo caso, las dificultades p...
El gran dilema que las mujeres de la generación de Nuria Amat (Barcelona, 1950) tuvieron que resolver fue cómo conseguir dos propósitos a la vez: vivir el amor y alcanzar la propia identidad de forma satisfactoria. Tal vez sea este el gran dilema, al menos uno de ellos, del ser humano, si la cuestión que se plantea es cómo concebir un amor que permita al otro penetrar con fuerza en la propia existencia sin que esta pierda su arraigo, sus ambiciones y objetivos. En todo caso, las dificultades para conciliar dos dominios vitales que aparentemente discurren en direcciones contrarias eran mucho mayores para las mujeres hace 50 o 60 años, cuando la aspiración a la autonomía se veía en ellas como un hecho menor, una especie de capricho y por tanto una ambición intrascendente. De Beauvoir lo explicó perfectamente. La autonomía era dominio masculino, mientras el amor era el dominio de las mujeres, dándose la paradoja de su frecuente frustración al no poder experimentarlo a la altura de sus secretas y legítimas aspiraciones pues, como observa la escritora Nuria Amat, una cosa es el sexo, la atracción, y otra muy distinta construir una relación de pareja cuando la implicación emocional es dispar. Amat escribe sin reparos de todo ello, con la franqueza que siempre la ha caracterizado; escribe de estos y otros conflictos en su autobiografía titulada Memorias de una mujer libre. Y caben pocas dudas acerca de su declarada voluntad de independencia si por ella entendemos la valentía de usar con libertad la propia mente.
El propósito del libro, muy frecuente en unas memorias, es ubicarse a sí misma en un contexto cultural que, pese a todo, no siempre la ha respetado lo suficiente
El libro se estructura en torno a cuatro hilos narrativos que van yuxtaponiéndose con habilidad y un estilo muy ágil: el hilo familiar, el literario, el amoroso y el político. De los cuatro, el menos interesante es el literario. Sorprende que una escritora que reconoce su tempranísima vocación, y en la que se ha mantenido a lo largo de los años, no tenga observaciones o comentarios de lecturas más incisivos, ciñéndose demasiado a referir sus valiosas amistades intelectuales. Con razón Juan Cruz decía de ella, cuando fue su editor, que era la escritora con la mejor agenda de contactos. No hay motivos para dudar de ello. Y en parte el propósito del libro, muy frecuente en unas memorias, es ubicarse a sí misma en un contexto cultural que, pese a todo, no siempre la ha respetado lo suficiente. Por poner un ejemplo, la entrada de Óscar Collazos en Wikipedia ignora que Nuria Amat fue la primera esposa del escritor y que de su matrimonio entre 1975 y 1981 nació una hija, Laia. En cuanto a la historia familiar, supone acceder al funcionamiento de un mundo, catalán, burgués y elitista, del que, sin embargo, la autora ha permanecido suspendida (es decir, no del todo arraigada), consciente de su vulnerabilidad. Su padre se encargó de que así fuera y ese estado de conciencia entre dos aguas es quizás el aspecto más relevante del libro y me atrevo a pensar que la base de su libertad como mujer y escritora. Tampoco es la primera vez que Amat aborda su historia familiar, marcada por la ausencia materna y el maltrato de sus hermanos: ambas cosas debieron estimular la resiliencia de su personalidad. Sus lectores conocemos precedentes del pasado familiar, al menos en dos libros, La intimidad (1997) y Deja que la vida llueva sobre mí (2008). La circunstancia de no desear hacer literatura de nuevo con los mimbres de sus libros anteriores explica la facticidad que caracteriza su relato autobiográfico. Podríamos definir el libro como una autobiografía fáctica, lejos de la elaboración literaria de La intimidad, por ejemplo. Pero, en otro sentido, la autora se siente aquí con más fuerzas para abordar su historia personal directamente, sin rodeos.
Amat escribe de sí misma con la mayor naturalidad, sin falsas modestias, tal vez con un punto de autocomplacencia. Pero no lo tuvo fácil, pese a su origen acomodado. Y tampoco han sido fáciles sus relaciones sentimentales. El libro se centra en tres historias, tres (relativas) decepciones por razones distintas que la escritora analiza con la voluntad de verdad que atraviesa todo el libro y que hace que confiemos en ella, como lectores, y asistamos, un punto maravillados, a la inteligente forma que Nuria Amat ha ido dando a su vida. Su admirable madurez y su compromiso político contra el independentismo, asumiendo un cargo de asesora cultural con Manuel Valls en 2018 cuando se promovía su candidatura a la alcaldía de Barcelona (no se pierdan la página 427, ayuda a entender muchas cosas sobre el desdichado final del político francés en Cataluña: en definitiva, su falta de empatía no le ayudó, tampoco a despedirse).
Memorias de una mujer libre
Autora: Nuria Amat.
Editorial: La Esfera de los Libros, 2022.
Formato: tapa blanda (440 páginas, 23,90 euros) y e-book (10,99 euros).
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