Alberto Santamaría: “Pensamiento y sentimiento son fuerzas colectivas”
El poeta y filósofo publica un nuevo libro de versos y un ensayo de crítica de la cultura
Alberto Santamaría (Torrelavega, 45 años) es poeta y filósofo y acaba de publicar sendos libros en cada una de esas vertientes: Lo superfluo y otros poemas (La bella Varsovia) y Políticas de lo sensible. Líneas románticas y crítica cultural (Akal).
¿Qué libro le hizo querer ser escritor?
No sé si fue un libro, o si “libro” es la palabra adecuada en mi caso. Re...
Alberto Santamaría (Torrelavega, 45 años) es poeta y filósofo y acaba de publicar sendos libros en cada una de esas vertientes: Lo superfluo y otros poemas (La bella Varsovia) y Políticas de lo sensible. Líneas románticas y crítica cultural (Akal).
¿Qué libro le hizo querer ser escritor?
No sé si fue un libro, o si “libro” es la palabra adecuada en mi caso. Recuerdo leer muy joven Hijos de la ira de Dámaso Alonso, y no enterarme demasiado de lo que pasaba. Fue más la experiencia de lo que hacía el libro que lo que decía. Los fogonazos de sentido que electrificaban algo antes desconocido para mí. Lo mismo me pasó con Nietzsche o Cioran, siendo muy joven. Para querer ser escritor también fue esencial mi barrio, incluso más que los libros.
¿Y cuál ha sido el último que le ha gustado?
Pues diría que dos: Contra la igualdad de oportunidades, de César Rendueles y de Erik Olin Wright Cómo ser anticapitalista en el siglo XXI. Ambos son textos centrales para comprender el nervio de nuestra actualidad.
¿Qué libro no pudo terminar?
Unos cuantos. Por ejemplo, he comenzado varias veces el Ulises de Joyce y por motivos extraños, algunos delirantes, no he logrado terminarlo.
¿Qué libro ajeno le habría gustado escribir?
Pues difícil, quizá cualquier libro de José Donoso (El obsceno pájaro de la noche, Donde van a morir los elefantes), de Juan José Saer o de Juan Gil-Albert. La piedra alada de José Watanabe.
¿Qué aprende un filósofo de un poeta?
Aprende a comprender el lenguaje como un tejido importante, que hay que cuidar, y la importancia del mirar. Sigo la máxima de Lorca: “Nosotros ignoramos que el pensamiento tiene arrabales / donde el filósofo es devorado”. Es ahí, a esos arrabales, donde puede llegar el poeta.
¿Y viceversa?
El poeta puede aprender del filósofo que el pensamiento es una herramienta que, como el sentimiento, asienta formas de ver el mundo. Que el pensamiento y sentimiento son fuerzas colectivas, como la creatividad.
¿Qué obra hemos comprado como arte puro y no es más que propaganda?
Toda obra tiene algo de propaganda, en la medida en que todo artista tiende a propagar ideas, o formas de ver la realidad, aunque no sea plenamente consciente de ello. El problema lo veo más en las instituciones (sus patronatos) que en los artistas.
De no ser escritor le habría gustado ser...
Músico. De hecho, de adolescente, mi escritura se encaminaba a escribir canciones. Músico o cocinero.
¿Qué suceso histórico admira más?
La Comuna de París, o la declaración de la II República española. Las derrotas tienen algo también de aprendizaje.
¿Cuál es la película que más veces ha visto?
Pues ahora mismo diría que por motivos familiares quizá haya sido Frozen. Después de ella, por motivos extraños, tal vez Opera prima de Fernando Trueba.
Si tuviese que usar una canción como autorretrato, ¿cuál sería?
Pues algún extraño cruce entre La banda trapera del río y Neil Young.
¿Qué está socialmente sobrevalorado?
El emprendimiento, la idea de que más asignaturas sirven para mejorar la sociedad, y la monarquía, por supuesto.
¿A quién le daría el próximo Premio Cervantes?
Pues parto de que no creo que estos premios sirvan para mucho, la verdad. Pero de proponer a alguien propondría a Paco Ibáñez.