Obra desnuda

‘Diario’, de Édouard Levé, carece de dimensión temporal y de estructura, y en él los textos han sido trabajados a partir de informaciones vomitadas por los medios de comunicación

Fragmento de la portada de 'Diario', de Édouard Levé.Eterna Cadencia

Diario pertenece a la primera fase en la obra de Édouard Levé, cuando se planteaba narraciones discontinuas y despojadas de pathos, si bien no tardó en verse obligado a plantearse obras menos frías, y a veces tan llenas de pathos como una tragedia griega. Refería con cierto dolor Levé que cuando vieron la luz Obras y Diario, sus dos primeros libros, su editor no se atrevía a presentarlo a los demás como un escritor, quizá porque el responsable de la publicación de ...

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Diario pertenece a la primera fase en la obra de Édouard Levé, cuando se planteaba narraciones discontinuas y despojadas de pathos, si bien no tardó en verse obligado a plantearse obras menos frías, y a veces tan llenas de pathos como una tragedia griega. Refería con cierto dolor Levé que cuando vieron la luz Obras y Diario, sus dos primeros libros, su editor no se atrevía a presentarlo a los demás como un escritor, quizá porque el responsable de la publicación de sus textos no estaba del todo seguro de que Obras y Diario fuesen realmente literatura. Lo son, y además en grado sumo, y su lectura supuso para mí un placer y un estímulo.

Centrémonos en el segundo, que, a pesar de titularse Diario, carece de dimensión temporal, pues da la impresión de que todo estuviese ocurriendo a la vez; también carece de estructura, y la trama se apoya en la única idea de que todos los textos que se van sucediendo a lo largo del libro han sido trabajados a partir de informaciones vomitadas por los medios de comunicación, incluida la televisión. Pensar que se trata de meros fragmentos citados textualmente, sin la más mínima elaboración, es un error. Hay un trabajo selectivo, además de un moldeamiento literario y una huida de la emoción, al desnudar las noticias de fechas, nombres y caras, pero también hay combustión en muchos momentos, si bien extremadamente contenida, y justamente por eso casi radiactiva. Dicho de otra manera: nos hallamos ante un libro muy original, que puede llegar a establecer con el lector una dialéctica tan sorprendente como necesaria, pues ha de llenar muchos vacíos y poner emoción donde Levé (aparentemente) se la quita.

Cuando concluyes la lectura, tienes la impresión de que vivimos en un mundo de locos, básicamente conformado por miles de relatos que convergen y divergen, a través de los cuales se va desplegando un alucinante y descarnado teatro del mundo. Sentí mucho que Levé se suicidara, si bien comprendí enseguida que en él la muerte voluntaria formaba parte de su autorrelato, y especialmente de su última novela, que tuvo el valor de titular Suicidio.

DIARIO

Autor: Édouard Levé.


Traducción: Matías Battistón.


Editorial: Eterna Cadencia, 2020.


Formato: tapa blanda (127 páginas, 15 euros).



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