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¿Pudo evitarse la muerte de Maradona? Comienza el juicio contra los responsables de cuidar al futbolista

Cuatro médicos, dos enfermeros y un psicólogo serán juzgados desde este martes, imputados por homicidio tras el deceso

Diego Armando Maradona en el estadio Alberto J. Armando, en Buenos Aires, Argentina, en 2020.Foto: Marcos Brindicci (Getty Images | Vídeo: Reuters

La autopsia determinó que Diego Armando Maradona falleció a los 60 años, el 25 de noviembre de 2020, víctima de un “edema agudo de pulmón” y de “una insuficiencia cardíaca”. Pero, según los fiscales que investigaron el caso, “el fatal desenlace podría haberse evitado”. El exfutbolista estaba “en una situación de desamparo”, “librado a su suerte”, debido a la actuación deficiente de los profesionales de la salud que tenían a cargo la rehabilitación y desintoxicación del astro argentino. A partir de ese diagnóstico, los magistrados acusaron por homicidio simple a ocho integrantes del equipo de médicos y enfermeros involucrado: siete de ellos serán juzgados desde este martes en los tribunales de San Isidro, en Buenos Aires, y enfrentan posibles penas de entre 8 y 25 años de prisión. ¿Quiénes son los acusados?

El neurocirujano

Leopoldo Luque, de 43 años, era uno de los médicos personales de Maradona en sus últimos años de vida. A comienzos de aquel noviembre de 2020, le había realizado una cirugía craneal por un hematoma subdural y luego había recomendado su internación domiciliaria para que se rehabilitara. La internación se terminó cumpliendo en una casa, dentro de un barrio privado en las afueras de Buenos Aires, sin las mínimas condiciones necesarias para el cuidado del paciente. De acuerdo con la imputación, el neurocirujano incumplió sus obligaciones de atender a Maradona y desestimó los síntomas de las dolencias que provocaron su fallecimiento. Los mensajes de texto y de audio que constan en la causa revelarían, según trascendió en la prensa local, que Luque retaceaba información a la familia de Maradona y se refería a él con desprecio e indiferencia. El médico fue acusado también de falsificar la firma del capitán de la selección argentina campeona del mundo en 1986, pero la causa fue declarada prescripta el año pasado.

Diego Maradona y Leopoldo Luque.
Diego Maradona y Leopoldo Luque.@maradona

La psiquiatra

Agustina Cosachov, de 40 años, había comenzado a tratar a Maradona cinco meses antes de su deceso. La acusación detalla que le administró al exentrenador medicación contraindicada por sus dolencias y no lo controló en forma personal. Los fiscales apuntan que omitió “encargarse personalmente de la reanimación del paciente” pese a que era “la única médica presente en el lugar”, cuando fue hallado inconsciente. En un expediente relacionado fue imputada por la falsedad de un certificado médico: afirmó que Maradona estaba “orientado y lúcido” sin haberlo revisado. Al igual que Luque, quien fue el que la acercó al entorno del Diez, fue beneficiada en 2024 por la prescripción de esa causa.

Agustina Cosachov en Buenos Aires, Argentina, el 25 de junio de 2021.
Agustina Cosachov en Buenos Aires, Argentina, el 25 de junio de 2021. Matias Baglietto (Getty Images)

El psicólogo

Carlos Díaz, de 33 años, es un psicoanalista dedicado al tratamiento de adicciones y había ingresado al equipo que atendía a Maradona el 26 de octubre de 2020. Para la fiscalía, es responsable de no haber requerido la internación en una institución adecuada para atender al ídolo argentino, así como de haber interferido en el tratamiento que impulsaba la psiquiatra. Tanto Díaz como Cosachov son señalados también por haber ocultado a las hijas de Maradona cuál era su real estado de salud.

Carlos Díaz y Diego Armando Maradona.
Carlos Díaz y Diego Armando Maradona. CORTESÍA

El enfermero

Ricardo Almirón, 41 años, era uno de los enfermeros enviados por la empresa de salud privada que atendía a Maradona, Swiss Medical, y tenía a cargo su cuidado nocturno. Los fiscales lo acusan de no respetar los protocolos al asentar la información sobre el estado del paciente y sospechan que faltó a la verdad cuando informó que durante la noche previa a su fallecimiento estaba en condiciones normales. Para los peritos que realizaron la autopsia, en ese momento ya agonizaba. Almirón alegó que Maradona no le permitía ingresar en su habitación y que su único rol era administrarle los medicamentos recetados: se limitaba a prepararlos y entregárselos a las personas cercanas al exfutbolista que sí podían entrar. La otra enfermera acusada es Gisella Madrid, de 37 años, pero será juzgada en un proceso aparte, en un juicio por jurados.

El supervisor

El médico clínico Pedro Di Spagna, de 49 años, tenía asignado el seguimiento y la supervisión de la internación domiciliaria de Maradona. Es acusado de no haber controlado en forma regular su estado de salud. La investigación determinó que solo visitó dos veces en dos semanas al paciente: en la primera solicitó un conjunto de estudios, pero no constató que se realizaran; en la segunda adujo que Maradona no aceptó ser revisado.

Pedro Di Spagna.
Pedro Di Spagna.CORTESÍA

Los coordinadores

La médica Nancy Forlini, de 56 años, era gerenta de Cuidados Domiciliarios de la empresa Swiss Medical. Fue la responsable de organizar el servicio de enfermería y acompañantes terapéuticos para el exfutbolista. En su defensa, aseguró que todas las decisiones estaban en manos de los médicos personales del exjugador. El argumento fue puesto en duda por la declaración del otro acusado, Mariano Perroni, coordinador de los enfermeros. Perroni, de 44 años, alegó que su función era meramente administrativa, que nunca vio a Maradona y que su único contacto era a través de Forlini. La fiscalía involucra a Perroni porque estima que sus informes no tenían relación con el estado real de Maradona ni con la atención médica que recibía.

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