¡Mujeres al volante! Inclusión, movilidad y seguridad

Con La Rolita, Bogotá tiene una nueva alternativa para ampliar el acceso al transporte público, crear empleos en la nueva economía verde y aumentar las oportunidades para las mujeres

Karen Dayana Martín y Yury Rocío Alvarado Trujillo, mujeres conductoras comparten experiencias como pioneras en el sector transporte, en el patio taller de La Rolita.
Karen Dayana Martín y Yury Rocío Alvarado Trujillo, mujeres conductoras comparten experiencias como pioneras en el sector transporte, en el patio taller de La Rolita. Amanda Díaz Ramírez, IFC
Camila Rodríguez Hernández / L. Fernando Ruíz-Mier

En una cultura donde los puestos de trabajo suelen definirse en función del sexo, un tema es que las empresas busquen contratar mujeres, y otro, más desafiante, es obtener resultados que transformen la naturaleza misma de las organizaciones. Todo comienza por un cambio de percepción para comprender los tipos de trabajo que las mujeres pueden realizar.

Un equipo distrital experto en movilidad en Bogotá, Colombia, se enfrentó a este reto mientras discutían la visión inclusiva de género para la recién creada empresa de buses eléctricos de la ciudad. Llamada La Rolita -un modismo local que significa “mujer de Bogotá-, la empresa aspiraba a contar con una plantilla compuesta en su mayoría por mujeres operadoras de buses.

Pero, cómo lograr este objetivo, sobre todo si su cumplimiento se visualiza como parte de una estrategia más amplia de creación de puestos de trabajo, para las mujeres en sectores tradicionalmente dominados por hombres.

El esfuerzo comenzó cuando la ciudad brindó capacitación y apoyo con licencias a un grupo objetivo de mujeres: jefas de hogar de comunidades de bajos ingresos que podían conducir un automóvil, pero carecían de la licencia y la experiencia para operar un bus eléctrico. Fue un esfuerzo exitoso: en 2022, cuando la nueva flota -totalmente eléctrica- de 195 buses de La Rolita rodó por primera vez por las calles de la ciudad, muchos tenían mujeres al volante.

Este fue un gran comienzo, pero también surgieron otros desafíos: ¿cómo podría la empresa asegurar que las mujeres capacitadas y contratadas se mantuvieran en sus trabajos? Finalmente, estas nuevas conductoras de bus tendrían que hacer malabarismos con las exigencias del trabajo y el hogar. Muchas se enfrentaban a largos desplazamientos para llegar al trabajo. La seguridad también era un reto, especialmente para las que tenían turnos asignados tarde en la noche o muy temprano en la mañana. Para enfrentar estos desafíos, la Secretaría de Movilidad solicitó el apoyo de IFC, un socio de larga data de la ciudad en proyectos que buscan fomentar la inclusión y el crecimiento sostenible. En 2018, por ejemplo, el apoyo de IFC impulsó la construcción del TransMiCable, que conectó por primera vez algunos de los barrios más pobres de la ciudad con centros de transporte público.

Marco del IFC para una fuerza laboral sostenible e inclusiva de género en el sector del transporte, basado en el Ciclo de Carrera de las Mujeres en el Sector del Transporte de la OIT (2013).
Marco del IFC para una fuerza laboral sostenible e inclusiva de género en el sector del transporte, basado en el Ciclo de Carrera de las Mujeres en el Sector del Transporte de la OIT (2013).IFC

El equipo de género e infraestructura de IFC asesoró a La Rolita sobre las formas de alcanzar sus objetivos de género, mediante la utilización de herramientas probadas y su experiencia en la industria. En paralelo, el equipo analizó de manera más amplia el sector transporte de la ciudad, desarrollando un marco de análisis para construir y mantener una fuerza laboral inclusiva en cuanto al género.

El equipo de IFC resaltó cómo las políticas y procedimientos inclusivos en el lugar de trabajo serían fundamentales para garantizar que las operadoras permanezcan en la empresa. Esto significa horarios flexibles. Significa beneficios laborales favorables a la familia, como guarderías y apoyo en cuidado infantil. También, una infraestructura apropiada a lo largo de la ruta, como baños adecuados.

La Rolita ha tomado muy en serio las recomendaciones, desarrollando y mejorando sus políticas y procedimientos. Tras el trabajo con IFC, La Rolita estableció un comité de diversidad, equidad e inclusión para supervisar el progreso. Y está implementando un plan de acción de género, con objetivos ambiciosos en áreas como contratación, retención y promoción. Los próximos pasos para La Rolita incluyen explorar opciones para el cuidado infantil y obtener un sello local de inclusión de género.

Hoy, La Rolita es una empresa público-privada, propiedad conjunta de la ciudad y Enel, actor global de energía verde, como accionista minoritario. Las diez rutas de la compañía, algunas de las cuales atraviesan barrios subatendidos, cubren más de 338 km. Y alrededor del 60 por ciento de la fuerza laboral de operación de buses de La Rolita corresponde a mujeres, una estadística notable si se tiene en cuenta la tasa de participación femenina del 1,4% en el sector del transporte público de Bogotá en 2022.

Las operadoras de buses eléctricos de La Rolita reportan una importante satisfacción laboral. “Lo mejor de este trabajo es que con el salario puedo cubrir mis necesidades con mayor facilidad que antes”, apunta la conductora Sara Montiel. “Antes de La Rolita, era más difícil hacerlo porque ganaba un salario mínimo”.

Una encuesta reciente realizada a operadoras muestra que el gran reto del cambio cultural también está en marcha.

“Ojalá que las mujeres podamos seguir mostrando que podemos hacer los mismos oficios que los hombres”, escribió una encuestada.

“Desde pequeña mi anhelo siempre fue conducir un taxi, ¡y heme aquí conduciendo estos buses! Ahora quiero más”, comentó otra operadora.

A medida que los buses de La Rolita atraviesen la ciudad con mujeres orgullosas al volante, muchas más niñas y mujeres de Bogotá podrán imaginar carreras en el sector transporte.

Operadora de La Rolita, Diana Rodríguez, a punto de empezar la ruta Arborizadora Alta.
Operadora de La Rolita, Diana Rodríguez, a punto de empezar la ruta Arborizadora Alta.Amanda Díaz Ramírez, IFC.

El trabajo de IFC con La Rolita es parte de un enfoque integral para promover inversiones en soluciones de movilidad eléctrica para ciudades en mercados emergentes, como una forma de ampliar el acceso al transporte público, crear empleos en la nueva economía verde, aumentar las oportunidades para las mujeres y promover servicios urbanos amigables con el clima.

*Los autores son especialistas en infraestructura, finanzas e inversiones sostenibles de IFC.

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