Carlos Granés, el ensayista del delirio americano

A Carlos Granés le atemorizan las tarántulas desde pequeño, pero no lo alarman tanto como no comprender el mundo en el que vive. Ante la falta de respuestas y sus numerosas inquietudes, salió a descubrir de dónde viene tal zozobra. Y tras los años y un persistente desencanto; tras investigar, observar e interpretar, la literatura fue el lugar elegido para dejar constancia de su perplejidad.

Donde mejor lo plasma es en Delirio americano, un aclamado ensayo considerado entre los mejores de 2022, publicado una década después de El puño invisible, sobre las vanguardias artísticas del siglo XX.

No en vano, Delirio americano es una obra que nace por el interés del autor en la vanguardia europea del siglo XX y sus influencias en América Latina, cuando los artistas no solo buscaban crear, sino convertir la cultura en una herramienta para la revolución y el cambio social.

Y se sabe por este libro, elogiado por donde circula, que enganchó al sesudo Juan Luis Cebrián, uno de los fundadores de El País, que escribió en este diario: “(...) nos encontramos ante una obra admirable que combina erudición y entretenimiento. Pero también, y sobre todo, incita al debate y la reflexión sobre quién carajo somos los componentes de esta familia de hispanos y latinos, dispuestos a menudo a arriesgar la vida con tal de intentar vivirla (...)”.

El nobel de literatura Mario Vargas Llosa tampoco escatimó elogios en la misma publicación: “Carlos Granés ha escrito un ensayo extraordinario sobre la historia cultural de América Latina que revaloriza la originalidad y los esfuerzos muy ricos y múltiples de la literatura y el arte en el continente”.

Los lectores comunes también quedaron enganchados. La plataforma Goodreads, en la que los usuarios califican libros, aparece con 4,5 de puntuación (sobre 5). Inmejorable gratificación para una obra que el autor preparó durante 10 años, cinco de ellos dedicados únicamente a la escritura y sin recibir un centavo.

El Granés que reflexiona y redacta depende de un engranaje de tres piezas: trabajar, ahorrar y después sí escribir.

Un bogotano de 48 años, de origen catalán, que ha vivido la mitad de su vida en España. En Colombia estudió psicología en la Universidad Javeriana y trabajó en un proyecto de investigación centrado en evaluar el desarrollo moral de niños escolarizados en el Distrito de Bogotá. Fue profesor de Bellas Artes en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Aunque tiene un doctorado en Antropología Social, su interés se centra en la antropología del arte. Además, fue durante cinco años asistente de dirección de la Cátedra Vargas Llosa, en Madrid.

Varios trabajos, distintos oficios, pero ensayista es la palabra que lo define. Tiene un pie en la academia y en las bibliotecas, el otro en la literatura. Le preocupa enormemente la escritura y le da mucha importancia a hacerlo bien. Prefiere saltarse las normas académicas con tal de que un texto resulte jugoso, irónico y divertido.

“Es uno de los mejores ensayistas de nuestra lengua y nuestro tiempo. Uno que honra ese género tan exigente y grato en el que deben de estar presentes la reflexión, la lucidez, la originalidad, la erudición, la creatividad, la agudeza, en fin”, dice el escritor y columnista colombiano Juan Esteban Constaín.

Luego de un año de publicarse Delirio americano, Granés reflexiona sobre qué tanto cambió él desde que lo escribió: gozó de muchas horas de exaltación y felicidad al leer toda la poesía y contemplar todo el arte latinoamericano; además, le ayudó a comprender la región de donde proviene.

“No hay nada más irritante que no entender las cosas que ocurren. Delirio americano me sirvió para entender no solo el pasado, sino el presente inmediato de Colombia y del continente entero”, concluye.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundación Corona.