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Una nueva captura refuerza la hipótesis de que la Segunda Marquetalia planeó el magnicidio de Miguel Uribe Turbay

La Policía señala que ‘El Viejo’, detenido el lunes, fue el nexo entre la banda del occidente de Bogotá que ejecutó el asesinato del precandidato presidencial colombiano y el siguiente eslabón del entramado criminal

La captura en la tarde del lunes de Siemeón Pérez Marroquín, alias El Viejo, ha reforzado la hipótesis de que la Segunda Marquetalia planeó el atentado contra el exsenador colombiano y exprecandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. El director de la Policía, William Rincón, ha señalado este martes que el detenido “sería el enlace con la estructura criminal que determinó el homicidio” y ha enfatizado que “la hipótesis más fuerte” es que ese siguiente eslabón es la Segunda Marquetalia, una diezmada disidencia de las extintas FARC. “Es la captura más importante en esta investigación”, ha asegurado en la base aérea de Catam, en una de sus primeras declaraciones como director. A su lado, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, ha coincidido: “Es la novena captura, pero es la más importante”.

La Fiscalía mantiene la cautela. Se limitó a señalar el lunes en un comunicado que Marroquín fue detenido en una zona rural de Puerto Lleras (Meta), a unos 250 kilómetros al oriente de la capital colombiana, y que “sería el intermediario entre los determinadores y el grupo delincuencial que ejecutó el atentado el pasado 7 de junio, en el occidente de Bogotá”. No mencionó a ningún grupo criminal. En las próximas horas, se realizará la audiencia de formulación de cargos. En ella, la fiscal del caso le imputará a Marroquín los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir, uso de menores de edad para la comisión de delitos y porte ilegal de armas de fuego.

La captura se suma a otras dos informaciones relevantes en las últimas semanas. El 21 de octubre, la entidad acusatoria anunció que había llegado a un preacuerdo con Carlos Eduardo Mora, quien conducía el vehículo en el que el que dos implicados le entregaron el arma al sicario, unos minutos antes del atentado. El acusado, que será condenado a 21 años de prisión, reconoció su participación en el magnicidio y haber acordado un pago de cinco millones de pesos por ello (unos 1.300 dólares). El 24 de octubre, la Fiscalía informó que había judicializado a un octavo implicado, Jhorman David Mora Silva, por haber contactado al sicario por videollamada y haberlo convencido de llevar a cabo el asesinato. A diferencia de los demás, ya se encontraba en la cárcel por una condena por hurto.

La Fiscalía ha judicializado a gran parte de la banda que coordinó la logística y ejecución del atentado. El grupo, que delinquía en la localidad de Engativá, al occidente de la capital colombiana, se dedicaba a la fabricación y distribución de drogas, la obtención de armas y la planificación de sicariatos —para los que buscaban menores de edad—. El sicario, un joven de 15 años, disparó contra Uribe Turbay luego de que otros dos implicados, Katerine Martínez y Élder José Arteaga, le entregaran el arma en un vehículo que conducía Mora. Harold Barragán, capturado en septiembre, fue quien le indicó por videollamada cómo debía emplear la pistola para que disparara en ráfaga. La banda había llevado a cabo actividades de reconocimiento del barrio El Golfito en los días previos.

La gran pregunta es quiénes fueron los autores intelectuales que subcontrataron a la banda de Engativá para cometer el asesinato. Aunque el Gobierno ha señalado a las disidencias de las FARC en varias ocasiones, la Fiscalía ha mantenido un fuerte hermetismo al respecto. En septiembre, la fiscal del caso mencionó al pasar en una audiencia que aún faltaba la captura de El Mosco, a quien se refirió como “el líder máximo” de la banda. Ahora, con la detención de El Viejo, promete haber dado con el siguiente eslabón del entramado. La Policía, por su parte, asegura que el nuevo capturado conducirá directamente a la Segunda Marquetalia.

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