El aumento de las tasas del ICETEX ahoga a los estudiantes endeudados: “Estoy pensando en usar la tarjeta de crédito”

El médico David Álvarez sumará turnos de trabajo y recortará su tiempo libre para enfrentar el aumento repentino de su cuota. Su colega Natalia Duarte dejará de ahorrar para una especialización. El periodista Hugo Caro, por su parte, se llena de motivos para cambiar de profesión

Hugo Santiago Caro, Natalia Duarte y David Álvarez son algunos de los miles de afectados por las tasas de interés del ICETEX.ANDRÉS GALEANO

David Álvarez gana 3,5 millones de pesos mensuales (unos 850 dólares) por su trabajo como médico de urgencias de un hospital de Chía, a las afueras de Bogotá. Con un tercio de ese sueldo pagaba hasta hace unos días un crédito del ICETEX, el instituto estatal que cofinanció su carrera en una universidad privada. Poco a poco iba amortizando una deuda de 127 millones de pesos (unos 30.000 dólares). Le sobraban algunos recursos para ayudar a su madre con las cuotas educativas de sus dos hermanos menores. Sin embargo, el ICETEX anunció la semana pasada que la crisis fiscal le impide mantener los subsidios a las tasas de interés que había otorgado a estudiantes de poblaciones vulnerables —en particular, los que beneficiaban a quienes ya terminaron sus programas académicos y están en proceso de pago—. A partir de este mes, la cuota de Álvarez superará los dos millones de pesos y se llevará más de la mitad de su sueldo.

Para afrontar el pago de marzo, está considerando pedir un préstamo a un familiar o usar una tarjeta de crédito que le permita diferir el pago. “Es la solución en el corto plazo”, dice. Mientras tanto, sumará más turnos en su trabajo para aumentar sus ingresos. Sabe que tiene margen de maniobra, pero le parece injusto tener que trabajar un número exorbitante de horas. Entre 2023 y 2024 tuvo dos empleos intercalados como médico y había concluido que era insostenible. “Uno no debería consumirse por el trabajo. No vale la pena sacrificar el descanso y la salud mental por más dinero”, consideró. En su caso, volver a sobrecargarse para pagar más intereses al Estado significará recortar tiempo del gimnasio, de esparcimiento con su familia y de estudios en neurociencias, el área de la medicina en la que quiere especializarse.

El carnet de David Álvarez como miembro del equipo de urgencias de un hospital de Chía, en Cundinamarca, Colombia.ANDRÉS GALEANO

El médico explica que escogió estudiar en la Universidad de La Sabana, una institución privada, por su enfoque social y cercano al paciente, pero que tampoco tuvo la opción de ir a una pública. La Universidad Nacional tiene cupos limitados y es difícil entrar. Por eso, miles de estudiantes colombianos dependen del ICETEX para estudiar. Ahora considera que la deuda exorbitante y el sueldo precario le incentivan a irse de Colombia. Ya homologó su título en España y su objetivo es migrar en los próximos meses. “A uno debería alcanzarle con un solo trabajo para desempeñarse en todos los aspectos de la vida. Uno también es hijo, hermano, pareja”, justifica.

Es uno de muchos afectados que comentan sus casos en X y en grupos de WhatsApp como lCETEX Te Condena, una comunidad que busca soluciones sin recurrir a la rama judicial, según explica uno de sus organizadores. Algunos afectados defienden al Gobierno de Gustavo Petro. Replican el argumento presidencial de que la Corte Constitucional tumbó en 2023 un artículo de la reforma tributaria que buscaba que las universidades asumieran los intereses de las deudas. Otros responden con notas periodísticas que desmienten la afirmación: la decisión del alto tribunal no tiene relación con los subsidios del ICETEX ni afecta a quienes ya tenían créditos. La mayoría, más allá de las culpas, evidencia su frustración por las promesas incumplidas.

Los políticos, en tanto, evaden la responsabilidad. El ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, señaló en W Radio que el ICETEX le informó que los problemas presupuestales se debían a que el Congreso rechazó el año pasado una ley de financiamiento que el Gobierno promovió para aumentar impuestos y evitar recortes presupuestales. Reiteró, además, que las deudas del ICETEX han sido históricamente abusivas y que la solución está en fortalecer la educación pública, pese a que el Gobierno está muy lejos de cumplir con su promesa de abrir 500.000 nuevos cupos en este cuatrienio. El director del instituto, Álvaro Urquijo, agregó en la misma emisora que no se han cambiado las condiciones con las que los estudiantes aceptaron los créditos: argumentó que las tasas subsidiadas eran temporales, sujetas a las posibilidades presupuestarias, y se podían retirar.

La decisión en la adolescencia

Natalia Duarte, una médica de Cúcuta que trabaja en Tunja, cuenta que no hubiera podido estudiar sin el crédito del ICETEX. “Las universidades que ofertaban medicina en mi ciudad eran dos. Una, la de Pamplona, es pública pero tiene cupos muy limitados: te puedes demorar tres o cuatro años en entrar y tienes que pagar un curso de ingreso que es muy costoso”, explica. Su familia, en tanto, no podía pagar la otra, la privada Universidad de Santander. Su padre le daba un aporte económico, pero tiene varios hijos de los que ocuparse. Su mamá murió cuando era niña. Su tía, que la adoptó, se dedicaba a vender alimentos en tiendas y apenas le alcanzaba para las otras necesidades.

La única opción era un crédito. Por eso, se esforzó para obtener un puntaje alto en las pruebas de fin de bachillerato. Le fue bien, pero no lo suficiente para ser beneficiaria de Ser Pilo Paga, un programa discontinuado de créditos condonables. Entonces, no tuvo dudas cuando le llegó un correo con la opción del ICETEX. Enfatiza que era una adolescente que “solo tenía la ilusión de poder estudiar y no pensaba en enfrentarse a una deuda de tantos millones”. Más allá de la letra chica, Duarte subraya que el correo publicitaba tasas de interés iguales a la inflación.

La cuota mensual de la médica ahora subió de 2 millones a 2,9 millones de pesos. Podrá hacerle frente porque tiene dos empleos: uno de tiempo completo con un sueldo de 4,5 millones y otro de jornada parcial que le aporta otro millón y medio. Su objetivo de trabajar sin descanso era pagarle pronto al ICETEX y pensar en otro crédito para pagar una especialización en ginecología (alrededor de 200 millones de pesos). Ahora, sin capacidad de ahorro, enfatiza que sería más fácil pagar si primero pudiera terminar de formarse. “Siendo especialista, el sueldo se triplicaría a 20 millones. Ahí sería más fácil pagar tres millones mensuales de deuda”, evalúa.

Natalia Duarte, médica en el Hospital Metropolitano Santiago de Tunja, en Boyacá, Colombia.ANDRÉS GALEANO

La falta de transparencia

Las formas en las que el ICETEX ha manejado la situación no han ayudado. El periodista bogotano Hugo Caro, que tiene una deuda de unos 90 millones con el instituto, cuestiona que no recibió ninguna notificación previa al aumento. “Primero te golpean y luego te avisan”, dice. Se enteró de que algo sucedía cuando le llegó un cobro 1,3 millones, frente a los 780.000 que solía pagar. Entró a X, vio que otros denunciaban situaciones similares y comprendió que era algo generalizado. Después, le llegó la carta en la que se explicaba que el país enfrenta “una compleja crisis fiscal”.

Caro cuenta que el aumento no es el único problema. Le frustra aún más que la fracción que se destina al pago del capital se haya reducido a una cifra irrisoria: 65.000 pesos, apenas el 5%. Dice que antes variaba, pero rondaba el 30% o 40%. “Siento que me están robando. Si lo hiciera un banco privado, estoy seguro de que ya lo hubieran intervenido”, dice. Exige una explicación. “No voy a pelear por la cuota, es una batalla perdida. Pero iré a la oficina del ICETEX para entender la nueva distribución”, señala. Confía menos en el instituto estatal que en los bancos: “La cuota de ellos es el primer pago que hago cada mes. No quiero que me estén llamando, me reporten y arruinen mi historial crediticio”.

El periodista aún no sabe qué hacer para cubrir el incremento. Su familia le ha sugerido que colabore con la Asociación Colombiana de Usuarios de Préstamos Educativos (ACUPE) para buscar irregularidades en los cobros y demandar al ICETEX. Mientras lo piensa, reconsidera su oficio. “El periodismo no es el sector mejor pago”, explica. Recuerda que como adolescente sentía fascinación por el periodismo deportivo y agradece que el ICETEX le permitiera estudiar en la Universidad Javeriana, con una de las carreras de la Comunicación más prestigiosas del país. Pero, dice, su sueldo no compensa y el 35% de sus ingresos se va a pagar los intereses de su deuda educativa. A diferencia de los médicos, no tiene la opción de sumar más turnos. “O me quedo haciendo lo que me gusta o me busco otro empleo y gano mejor”, evalúa.

Documento del ICETEX en el se le detalla a Hugo Caro la deuda que tiene con la entidad. ANDRÉS GALEANO

La desilusión con el Gobierno

Los médicos Duarte y Álvarez cuentan que tomaron en cuenta las promesas educativas de Gustavo Petro cuando lo votaron en las elecciones de 2022. La cucuteña explica que no se considera de izquierdas, pero que valoró las promesas de una condonación masiva de deudas y de fortalecimiento de las universidades públicas. Álvarez señala que lo votó porque iba a priorizar a poblaciones antes relegadas. Comparten la decepción. “Nos vendieron que se priorizaría la educación y no nos han cumplido en absolutamente nada”, dice ella. “Parte de ser presidente es asumir la responsabilidad sobre las promesas que se hicieron”, comenta él.

El periodista Caro, que también votó a Petro, matiza que nunca creyó en las promesas de cambiar el ICETEX. “Hace 10 años que lidio con el crédito y sé qué tipo de institución es: está moldeada para exprimirte hasta la última gota de esfuerzo”, afirma. Aunque volvería a votar al presidente frente a opciones de derecha, encuentra una doble vara en cuánto a la política educativa. “Los sectores que antes marchaban ahora están con el Gobierno. No tengo ninguna duda de que, si esto mismo ocurría en el Gobierno de Iván Duque [2018-2022], estaríamos en marchas y plantones continuos frente al ICETEX o el Ministerio”.

Documento del ICETEX en el cual se le detalla a David Álvarez su deuda con esa entidad.ANDRÉS GALEANO

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