Más de 2.000 indígenas emberá regresan a Bogotá para exigir una reunión con Petro

La Alcaldía reclama al Gobierno que encuentre una solución a sus reclamos en materia de vivienda, educación, nutrición y acceso a la tierra en Risaralda

Un grupo de mujeres indígenas emberá durante una celebración en Bogotá, Colombia, en septiembre de 2024.Brandon Pinto (Getty Images)

Un grupo de indígenas emberá de Risaralda ha llegado en la noche del lunes a Bogotá y se ha instalado en las inmediaciones de la sede principal de la Agencia Nacional de Tierras, en el Centro Administrativo Nacional (CAN). Sus líderes señalan que el Gobierno nacional ha incumplido con los acuerdos firmados hace unas semanas para mejorar las condiciones de vivienda, educación, nutrición y acceso a la tierra en sus territorios. “Llegamos más de 4.000 indígenas. Permaneceremos el tiempo necesario, lo que se demore nuestro presidente [en recibirnos]”, comentó el consejero mayor de Risaralda, Marco Fidel Guasarabe, en Noticias Caracol. La Alcaldía de Carlos Fernando Galán, por su parte, ha declarado que el grupo suma unas 2.000 personas y ha responsabilizado a la Administración de Gustavo Petro de la situación.

La llegada de indígenas emberá a Bogotá se ha vuelto una imagen recurrente en los últimos años. Cientos de ellos salieron desplazados desde el Chocó y Risaralda, en el occidente de Colombia, en septiembre de 2021. Se asentaron en el icónico Parque Nacional, en el centro de la capital, y desde allí visibilizaron los problemas que enfrentan, como las amenazas constantes de los grupos armados o la desnutrición infantil. Algunos volvieron a sus resguardos a finales de 2022, mientras que otros se quedaron en algunos de los alojamientos que tiene Bogotá para los niños y jóvenes desamparados, llamados Unidades de Protección Integral (UPI). Unos meses después, en 2023, un segundo grupo volvió a acampar en el Parque Nacional, donde se quedó durante casi un año. Unos acuerdos a principios de septiembre permitieron que la mayoría regresara una vez más a sus territorios.

El director de la Agencia Nacional de Tierras, Juan Felipe Harman, ha comentado que ya se han activado unas mesas de diálogo desde el Ejecutivo. “Toda nuestra voluntad y disposición para establecer el diálogo que permita superar las condiciones que causaron su movilización”, ha remarcado en X. Los emberá, sin embargo, consideran que la interlocución con Harman u otros funcionarios es insuficiente. El consejero Guasarabe ha insistido en que quieren que sea el propio presidente quien se haga presente en el CAN para escucharlos. “Él tiene grandes propuestas, pero sus ministros no han hecho un buen trabajo. Entonces queremos hablar con Petro, autoridad con autoridad para concertar cómo será el trabajo de aquí en adelante”, ha señalado en una entrevista con El Tiempo.

Mujeres emberá pelan papas dentro de un campamento en Bogotá, en septiembre pasado. Brandon Pinto (Getty Images)

El alcalde Galán, quien se posesionó el 1 de enero pasado tras vencer en las elecciones al candidato del Gobierno, ha insistido en que es el Ejecutivo el que debe garantizar la estadía de los emberá en condiciones dignas y resolver sus reclamos. “Bogotá ha ayudado y seguirá ayudando, pero la responsabilidad principal es y seguirá siendo del Estado [nacional]”, ha comentado durante un acto conmemorativo por los acuerdos de paz de 2016. Asimismo, ha rechazado X los señalamientos de algunos activistas de izquierda respecto a su presunta responsabilidad. “Estas personas vienen a Bogotá a exigirle garantías al Gobierno nacional para poder permanecer en sus territorios. Claro que esta situación genera un problema en Bogotá, pero la responsabilidad de resolverlo de fondo es del Gobierno nacional”, ha remarcado.

Enfrentamiento político

Los indígenas emberá han quedado en medio del creciente enfrentamiento entre Petro, exalcalde de la capital y primer presidente de izquierda de la Colombia contemporánea, y Galán, ubicado en el centro del espectro político. El secretario general de Bogotá, Miguel Silva Moyano, ha aprovechado para recordar que, además de los emberá que llegaron en las últimas horas, hay otros 1.700 que llevan años en las UPI. “Esperan una acción del Gobierno nacional”, ha enfatizado. Juan Baena, aliado del alcalde y presidente del Concejo Distrital, ha ido aún más allá: “¡Por incumplimiento del Gobierno de Petro con la comunidad emberá, miles de personas se toman de nuevo Bogotá! Esto es una estrategia premeditada de este Gobierno en contra de la administración distrital que pone en riesgo a la comunidad indígena. Los manipulan y usan”.

Por el petrismo ha respondido Martha Peralta, senadora guajira y líder indígena wayú. “Alcalde Galán, usted no puede lavarse las manos de esa manera. Usted es el alcalde de la capital de Colombia, tiene que ayudar a resolver estas problemáticas tan graves, para eso fue elegido”, ha señalado en X. Para la congresista, el Distrito usa una doble vara al responsabilizar al Gobierno por los emberá cuando insiste en que Petro se debe abstener de intervenir en asuntos de Bogotá —el metro o el Hospital San Juan de Dios han sido algunos de los puntos de conflicto recientes—. “¿Por qué para unos casos sí quiere que intervenga el Gobierno nacional y para otros no? No sea selectivo y deje de meterle politiquería a estos asuntos tan delicados en donde hay niños y población vulnerable de por medio (...) más allá de todo, somos colombianos, alcalde”.

Mientras tanto, los líderes emberás insisten en los motivos de su movilización. Lorena Guaquerama, consejera de educación de la Comunidad Embera Chamí, ha recordado en declaraciones a La FM que en los últimos dos años más de 100 niños han fallecido por desnutrición y ha insistido en que la minga “es indefinida”. “Hasta que no nos solucionen no nos vamos de este lugar”, ha enfatizado.

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