El precio de la gasolina sube por quinto mes consecutivo en Colombia

La decisión de eliminar los subsidios a ese combustible ha llevado a que el costo por galón aumente casi 1.400 pesos desde noviembre

Un trabajador llena el tanque del auto de un cliente, en Nariño, en 2021.Camilo Erasso (Getty Images)

Por quinto mes consecutivo, el Gobierno de Gustavo Petro ha aumentado el precio de la gasolina en Colombia. El costo por galón, que hace un año era de 9.030 pesos, ahora se ubica en 10.766 pesos en promedio para las 13 principales ciudades del país (alrededor de 2,3 dólares), más de 1.700 pesos por encima del precio de marzo de 2022. Este es apenas el comienzo de una senda para reducir el millonario déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles...

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Por quinto mes consecutivo, el Gobierno de Gustavo Petro ha aumentado el precio de la gasolina en Colombia. El costo por galón, que hace un año era de 9.030 pesos, ahora se ubica en 10.766 pesos en promedio para las 13 principales ciudades del país (alrededor de 2,3 dólares), más de 1.700 pesos por encima del precio de marzo de 2022. Este es apenas el comienzo de una senda para reducir el millonario déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). El mecanismo, creado en 2007, buscaba evitar que las variaciones de los precios internacionales del crudo golpearan el bolsillo del consumidor final, pero se ha convertido en un subsidio.

Financiar el gasto en combustibles fósiles va en contravía de la política de transición energética que defiende el presidente Petro y, además, tiene un alto costo fiscal. Solo el año pasado, la diferencia entre el precio de referencia internacional y el precio regulado en Colombia generó un hueco de más de 36 billones de pesos (más de 7.000 millones de dólares), una cifra que casi dobla lo que se recaudará con la reforma tributaria que aprobó el Congreso de la República a finales de 2022.

Desde el primer incremento ordenado por el nuevo Gobierno, en noviembre pasado, los precios de la gasolina han aumentado en 1.387 pesos por galón en las ciudades principales, un 13%. Este martes entró en vigor el más reciente incremento, de cerca de 400 pesos en el galón de gasolina, que solo excluye al departamento de Nariño por el derrumbe que lo mantiene aislado del resto del país. Con ello, el precio promedio llega a $10.399 por galón, cuando en junio era de $9.030.

Para sustentar la decisión, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público explicó en un comunicado que “el incremento del precio de la gasolina corriente pretende disminuir el impacto fiscal del FEPC sobre el Gobierno nacional por la dinámica de los precios internacionales de los refinados, que han aumentado debido a factores internacionales como el precio del petróleo y el nivel de riesgo global que afectó la tasa de cambio en el país”. El costo del ACPM, el combustible para motores diésel que utilizan principalmente los buses y camiones, se mantendrá estable en 9.065 pesos por galón, para así mitigar el impacto de las subidas sobre la inflación.

El del FEPC es un problema que heredó el Gobierno de Petro. Desde abril del año pasado, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) venía advirtiendo que era necesario el aumento de los precios de los combustibles para cerrar la brecha que afectaba al fondo. No obstante, la administración de Iván Duque los mantuvo prácticamente congelados por seis meses, salvo por un incremento de 150 pesos para gasolina y para ACPM en el mes de julio. La época en la que los precios se quedaron quietos coincidía con la campaña electoral a la Presidencia, y también con la recuperación económica después de la pandemia.

Los aumentos están en su punto de arranque, según las exigencias de los técnicos. El CARF calcula que los ajustes, a un ritmo de 200 pesos al mes, se deben mantener hasta inicios de 2025 y complementar con aumentos del diésel que no se han dado hasta ahora. El presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, advierte que Colombia todavía está lejos de alcanzar el promedio internacional de precios. “La gasolina está a la mitad del precio al que debería estar, que es de 18.000 o 19.000 pesos. Hemos podido tener unos combustibles más baratos que han permitido que la economía el año pasado creciera mucho y tenemos que tratar entre todos de que no se nos frene en seco y el precio definitivamente debería estar más alto”, explicó este miércoles en una entrevista con Caracol Radio.

En esta misma línea, el Ministerio de Hacienda ha reiterado que, aun incluyendo el aumento del precio de la gasolina corriente, Colombia sigue teniendo unos de los precios de la gasolina y del diésel más baratos de América Latina. “De no haber contado con la operación del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles en lo corrido del 2023, el precio de la gasolina corriente y del ACPM se hubiera ubicado, en promedio, en más de $5.000 y $9.800 por encima del precio de venta promedio vigente por galón, respectivamente”, indicó. Es decir, si se acabara de un tajo el subsidio, la gasolina estaría por encima de los 15.000 pesos y el ACPM a más de 19.000 pesos.

Según datos del CARF, el precio por galón de gasolina en Colombia es el tercero más barato de la región, después de Venezuela y Bolivia. Está por debajo del precio de países del continente que son productores, como Ecuador, Brasil y México.

El mismo Comité ha alertado de que en la transición hacia una nivelación de precios se debe considerar el impacto inflacionario y que un aumento de 1% en los precios de los combustibles se traduciría en un aumento de 0,08 puntos porcentuales en la inflación total. En enero pasado, la inflación en Colombia seguía sin tocar su techo, alcanzando un acumulado del 13,25% para los últimos 12 meses. En el aumento de enero que fue del 1,78%, el sector de transporte fue el que más jalonó la variación, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), debido a las alzas de comienzos de año en las tarifas del transporte.

Para intentar reducir el malestar de distintos sectores y el impacto del aumento de los precios de la gasolina en el transporte, el Gobierno redujo a la mitad las tarifas del seguro obligatorio de accidentes de tránsito (SOAT) para motocicletas de bajo cilindraje y vehículos de transporte público, con un costo de unos dos billones de pesos al año, desde diciembre. Además, a comienzos del 2023, reversó el incremento automático de las tarifas de los peajes con un valor que el Ministerio de Hacienda calcula en $800.000 millones de pesos anuales.

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