Maikel Delacalle, un pionero que llevó la música canaria a la viralidad global: “Siento que me puedo comer el mundo”
El artista del barrio de San Isidro (Tenerife) abrió un hueco en la industria que ha puesto al archipiélago en el mapa internacional de la industria, con Puerto Rico como referente
A sus 28 años, a Maikel Delacalle se le siente como un veterano. No deja de ser un efecto de la velocidad mareante de los tiempos. La última vez que charló con EL PAÍS, en 2018, el artista canario había firmado su primer con un gran sello discográfico y cinco años después, el fenómeno de la escena musical de las islas Canarias lo ha llevado a actuar en América Latina. Y junto a otros artistas como Quevedo a Don Patricio se han colado en las listas más virales de éxitos, y no esconde su satisfacción por el legado que está creando: “Soy responsable de que muchos niños quisieran ser artistas. Y esos niños hoy en día son hombres, son estrellas y son músicos. Y la verdad que yo estoy orgulloso de eso. No te puedo mentir”.
Precisamente con el autor de Quédate, la viral sesión con el productor argentino Bizarrap y en un WiZink abarrotado, defendieron uno de los temas que corona el nuevo trabajo de Delacalle, el remix de Mi Nena (2016), un sencillo que le comenzó a aupar en sus inicios: “Cuando Quevedo nombra Añaza (Tenerife) en la canción, que hayamos podido llevar el nombre de ese barrio y el de San Isidro al otro lado del mundo, tu imagínate cómo se puede sentir la gente a ojos de un barrio conflictivo. De Puerto Rico aprendimos que es clave hacer familia, no tener ninguna envidia del otro”.
Su nuevo disco CÓDIGOS está lleno de referencias con las que se podría sentir identificado un niño de los noventa, como el homenaje a su progenitora y a su abuela Ya no está mamá, a las que considera las mujeres su vida. Esta reflexión sobre su vida y las dificultades que atravesó durante su infancia y adolescencia (”estuve en el piso y ahora estoy arriba”) está toda envuelta en una secuencia de un coro góspel que vio en la película Sister Act: “Había un chavalito que era súper vergonzoso, que lo sacaron a cantar y la rompió cantando. Me recordó a mí en el instituto, cuando cuando me decían él canta, él sabe rapear y me daba vergüenza salir“.
El resto del álbum contiene otras referencias de los años 2000. Su colaboración con Eva Ruiz, I like it, está inspirada en el dueto de Busta Rhymes y Mariah Carey: I know what you want. Y el resto de las grabaciones beben del legado que dejó Timbaland: “En No le llames amor mezclo una parte de beatbox con varias voces y coros, eso solo lo hizo él en su día con Justin Timberlake. La peña de hoy no ha escuchado esa música, entonces este disco se hizo para que la chavalería se de cuenta de quiénes nos motivaron a los que estamos pegados”.
En la entrevista en vídeo que acompaña a esta noticia, Maikel Delacalle nos muestra su tatuaje más personal, por qué se siente en el momento más álgido de su carrera y reflexiona sobre sus orígenes. ¿Sus próximos objetivos? Conquistar Estados Unidos y una posible colaboración con el rapero Post Malone: “Ahora mismo todo funciona como un engranaje perfecto y es lo que va a hacer que Maikel Delacalle dure unos 20 o 30 años más”, asegura.