Miguel Rellán: “A mi yo de 20 años le diría que fuera más lanzado”
El actor inicia la serie de vídeo de EL PAÍS ‘Un íntimo consejo’, en el que grandes personajes dialogan con su propia infancia sobre los momentos cruciales de la vida
Miguel Rellán (Tetuán, 1943) ganó el Goya a mejor actor de reparto en 1987 por su papel en Tata Mía, que dirigió José Luis Borau y se estrenó en 1986. Es una fecha señalada en su trayectoria. Sin embargo, cuando tuvo que escoger una imagen para retratar un momento que entrañe, para él, una particular importancia no se decantó por la recepción de su propio Goya, sino por algo, en sus palabras, más especial: el día en que, junto a su amigo José Sacristán, entregó el premio a uno de sus mentores, Alfredo Landa. “La grandeza de esto son los amigos”, exclama al ver la fotografía: “y mira qué amigos”.
En Un íntimo consejo, el nuevo formato de EL PAÍS, grandes personajes con una larga trayectoria en el cine, medios de comunicación, política, música o deporte entrarán en conversación con su yo del pasado a efectos de reflexionar sobre los grandes momentos de su vida. ¿El propósito? Alumbrar el camino de las nuevas generaciones, que podrán identificarse con los invitados y hallar, en sus respuestas, pistas para resolver algunas encrucijadas comunes.
Rellán, que ha aparecido en películas ya legendarias como El crack (1981, José Luis Garci) o Amanece, que no es poco (1988, José Luis Cuerda) y series como Compañeros (1998-2002), habla, entre otras cosas, de su infancia y niñez en Tetuán, donde compartió pupitre con judíos y musulmanes y forjó una férrea oposición al nacionalismo fundamentada en el respeto absoluto a las distintas procedencias, etnias y religiones.
¿Qué le diría Rellán al chaval delgadito y con gafas de culo de botella que era de pequeño? ¿Por qué cambió su carrera de medicina por la de actor? Ahora, con 78 años, Miguel Rellán le habla al niño que fue para contarle cómo le ha ido la vida.