“Todos los negros son extranjeros para mi gente”: el silencio del ICE ante su funcionario en Dallas que lleva una cuenta de X supremacista
Ocho meses después de que ‘The Texas Observer’ revelara que un fiscal de inmigración gestionaba una cuenta con contenido racista, un congresista denuncia que la agencia federal no responde sobre el tema ni aclara si el abogado sigue en su puesto
El pasado lunes, el congresista demócrata por Texas Marc Veasey llegó al edificio del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Dallas, para exigir respuestas después de ocho meses de silencio. Quería saber qué ha hecho la agencia federal con James Joseph Rodden, un abogado y asesor jurídico adjunto de ICE que fue identificado como operador de una cuenta en la red social X que, durante años, ha publicado contenido racista, incluyendo mensajes como “Estados Unidos es una nación blanca, fundada por blancos” y “no soy comunista, soy fascista”.
“Tengo cartas mías y de otros miembros del Congreso y simplemente estamos pidiendo respuestas”, declaró Veasey. Pero no las obtuvo. A pesar de tener autoridad como miembro del Congreso para realizar visitas de supervisión sin previo aviso a las instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional, le negaron la entrada. “Hay mucho secretismo y juegos en este momento”, dijo al respecto.
La visita forma parte de una campaña de presión que el congresista encabeza desde febrero pasado, cuando la revista The Texas Observer vinculó a Rodden con la cuenta @GlomarResponder. Rodden, de 44 años, actúa como fiscal en las cortes de inmigración de Dallas, peleando a favor en casos de deportación. Sin embargo, la investigación lo situó como responsable de dicho perfil, que desde 2012 publica como “Todos los negros son extranjeros para mi gente” y “Los migrantes son todos criminales”.
Cuando reporteros de la revista texana abordaron a Rodden en un pasillo de la corte de inmigración de Dallas, su única respuesta fue: “Llamen a mi oficina de prensa”.

Después de la publicación del artículo de investigación, la cuenta fue configurada como privada, aunque permanece activa. Al intentar seguirla para monitorear su actividad, la solicitud no fue aprobada. La cuenta también ha perdido alcance: de superar los 17.000 seguidores en febrero, ahora cuenta con 15.940. Sin embargo, el Observer ha reportado que continúa publicando regularmente sobre temas de inmigración. “¿Qué tal si deportamos a todas las personas que no pertenecen aquí, en lugar de convertir vecindarios agradables en colmenas de bichos del tercer mundo?”, escribió el 28 de junio.
Un portavoz de ICE aseguró al Observer en febrero que la agencia “no comentará sobre el contenido de este artículo pendiente de una investigación adicional, incluyendo si el dueño de la cuenta referenciada es un empleado actual”. Agregó que ICE “mantiene a sus empleados bajo los más altos estándares de profesionalismo y toma en serio todas las alegaciones de conducta inapropiada”. Cinco días después, Veasey envió una carta al entonces director interino adjunto de ICE, Kenneth Genalo, exigiendo “un relato completo y transparente de las acciones que su agencia está tomando para investigar este asunto” y solicitando respuesta en 30 días.
Los congresistas Jamie Raskin de Maryland y Bennie G. Thompson de Misisipi también enviaron cartas exigiendo información. Un abogado de Massachusetts, J. Whitfield Larrabee, presentó quejas formales ante la Oficina de Asesoría Disciplinaria en Washington, y ante la Oficina de Responsabilidad Profesional del ICE, solicitando una investigación y la suspensión de Rodden del ejercicio de la abogacía.
En marzo, ICE respondió a Veasey que la Oficina de Responsabilidad Profesional de la agencia “comprende la seriedad de las alegaciones y se asegurará de que se aborden de manera apropiada, justa y expedita”. Asimismo, explicaron que este tipo de investigaciones se completan en unos 120 días, y que no podían compartir información adicional al respecto.
“Aunque aprecio recibir cualquier respuesta, la falta de detalle y claridad sobre la investigación inicial simplemente no es suficiente”, señaló Veasey en un comunicado. “Esta es una persona con el poder de impactar y dañar significativamente las vidas de las personas. Esta Administración ha mostrado un patrón preocupante de no cumplir con el Estado de derecho, ignorar los derechos de los ciudadanos, los titulares de la tarjeta verde, y atacar a las comunidades negras y de personas de color”, añadió.

Ese mismo mes, un grupo de manifestantes se reunió en un parque frente al edificio federal en el centro de Dallas donde se encuentran las cortes de inmigración. Sosteniendo carteles y gritando con megáfonos, exigieron que Rodden fuera despedido y que “todos sus casos de deportación sean investigados”.
Ocho meses más tarde, Veasey no ha recibido actualización sobre el caso. “Es ridículo que haya un supremacista blanco trabajando en una instalación del ICE”, dijo el lunes. “Eso no tiene absolutamente ningún sentido aparte del hecho de que quieren enviar una señal a los otros supremacistas blancos y otras personas del Ku Klux Klan de que bajo esta Administración las cosas van a ser diferentes y no tendrán que preocuparse por perder sus empleos”.
Todavía no está claro si Rodden continúa siendo empleado del ICE. No ha comparecido en varias audiencias judiciales que tenía programadas. Un abogado de inmigración local contó que “Rodden no ha sido visto en las cortes del Ejecutivo de Revisión de Inmigración, pero la Oficina del Asesor Legal Principal tampoco ha confirmado si fue despedido. Incluso los abogados del Gobierno con los que he hablado no pueden obtener una respuesta clara sobre eso”. El silencio se acumula.
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