La moda del ‘Friendsgiving’ o por qué los expertos recomiendan celebrar la temporada de fiestas sin la familia
El 89% de estadounidenses encuestados por la American Psychological Association indican sentirse estresados en esta época del año
Tras la emotiva celebración de Acción de Gracias y la llegada de las rebajas por los aclamados Black Friday y Cyber Monday, se da por iniciada la temporada navideña. Una época de amor, fiesta, emoción y reuniones con nuestros seres queridos. Pero, ¿está cambiando la forma de encarar este tiempo familiar?
En los últimos años, se ha reivindicado el Friendsgiving (la reinterpretación de Thanksgiving con amigos), que reenfoca la celebración tradicional por un evento más informal con amistades. Un encuentro donde tampoco falta el pavo, el pastel de calabaza ni una playlist con Mariah Carey, pero cuya existencia responde a varios factores sociales y culturales; no se trata únicamente de una ‘moda milenial’ abanderada ahora por la generación Z.
Por un lado, está presente la idea de que la estructura tradicional de la familia está perdiendo su papel preponderante en la sociedad occidental. Una tendencia que se atribuye a factores como una mayor autonomía individual en el presente y las transformaciones económicas que la sostienen (o no, como la precariedad juvenil), así como los cambios y avances en materia de roles e identidad de género. La redefinición del concepto de familia es un hecho y un debate existente.
La familia ya no parece, bajo la mirada pública, el único núcleo desde el que coexistir en sociedad. Cada vez están más presentes las nuevas configuraciones de vida que implican compartir vivienda (aunque sea por obligación, en algunos casos), celebraciones y responsabilidades con una red de personas donde no necesariamente media el ADN, pero donde también se conforma un sentido de pertenencia y seguridad emocional.
Un cambio que, según algunos estudios, también está relacionado con la búsqueda de relaciones más igualitarias y satisfactorias. Al igual que las familias tradicionales, las “familias elegidas” buscan brindar apoyo mutuo, pero con menos presiones sociales y con un enfoque más autónomo sobre cómo organizar la vida en común.
Si nos centramos en concreto en la celebración de las grandes cenas tradicionales como Acción de Gracias o Navidad, varios expertos coinciden en que —a nivel general—compartirlas con amigos tiene sus ventajas para la salud mental. Lo explica el psicólogo Jaime Burque en una entrevista con Traveler.
“El problema es que se puede convertir en una obligación constante. Provoca en mucha gente la idea irracional de que no queda más remedio que reunirse con la familia, que nada más es posible”, señala Burque. “Esta idea irracional, conocida en psicología como los ‘debería’ provoca una presión tremenda en muchas personas, que se sienten obligadas a pasar tiempo con sus familias, y lo harán aunque se lleven mal con ellas, aunque no tengan nada de ganas, aunque tengas planes mucho más enriquecedores o incluso aunque los vean a los 365 días del año y quieran cambiar de ambiente“, añade. Las consecuencias, según él, son evidentes: “nerviosismo, frustración, enfados, comidas cargadas de tiranteces, de culpa ‘si no vas’, de conflictos”, entre otras.
De acuerdo con un estudio de la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) publicado en 2023, los adultos estadounidenses se sienten alegres pero abrumados en esta temporada navideña, ya que casi nueve de cada 10 (89%) dicen que preocupaciones como no tener suficiente dinero o anticipar conflictos familiares les causan estrés en esta época del año. Si bien prácticamente la mitad (49%) describían sus niveles de estrés durante la temporada festiva entre noviembre y enero como “moderados”, alrededor de dos de cada cinco (41%) dijeron que aumenta durante esta época.
“La temporada de fiestas puede ser una época feliz y estresante al mismo tiempo, en parte debido a las expectativas de pasar tiempo con la familia y los amigos, resolver conflictos familiares y mantener tradiciones importantes”, señala en el estudio Arthur C. Evans Jr., PhD, director ejecutivo de la APA. “En esta época agitada del año, es importante que las personas cuiden su salud mental, especialmente en comunidades cuyos miembros se sienten desproporcionadamente agobiados o excluidos de lo que tradicionalmente se considera la temporada de fiestas”, añade.
Lo que resulta evidente es que la forma de celebrar también cambia según los tiempos avanzan.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.