Vivos que pasan por el mundo
Los vídeos de Pantomima Full son un bestiario de personas que no dejan huella
Hace un tiempo escribí en este mismo espacio sobre un vídeo de Pantomina Full, el dedicado a la pareja conformista del extrarradio. Nunca había visto a ...
Hace un tiempo escribí en este mismo espacio sobre un vídeo de Pantomina Full, el dedicado a la pareja conformista del extrarradio. Nunca había visto a gente tan enfadada con un sketch. Nunca hasta ahora.
Los Pantomima Full nos han alegrado —es un decir— las navidades con un vídeo protagonizado por los dos mismos personajes (uno interpretando por Alberto Casado y la siempre vitriólica Carmen Romero) en una nueva aventura: ir a ver las luces del centro. Las lecturas del vídeo han sido tan extremas como agresivas. ¿Se ríen del precariado? ¿Hacen crítica del capitalismo? ¿Atacan a los que disfrutan de las luces de navidad? ¿Hacen sangre a costa de los abrigos acolchados?
Algo muy cotidiano ha tocado la fibra sensible de muchísima gente, ¿por qué? Pues porque estamos en una época donde casi todo ofende (para empezar) y porque lo que cuentan es real. Hay una masa enorme de mediocridad intelectual y anhedonia conformista que responde a una falta de inquietudes e ilusiones. Gente con dinero y sin dinero que habita igual en la Mancha que en Madrid, igual en Teruel que en Barcelona. Sospecho que la televisión de los últimos treinta y cinco años tiene mucho que ver, pero no es la causa. Conozco y he conocido a mucha gente como esa pareja. Parejas jóvenes que planifican su fin de semana en torno al estreno de una freidora o la visita a una fondue en un centro comercial (casos reales). Gente para la que ir de compras (a comprar lo que sea pero barato, que así da la sensación de que no es consumismo) es la alternativa de ocio suprema. Seres que se juntan con los amigos del colegio porque nunca hicieron otros, que piensan que la mejor música es la de su juventud porque después dejaron de escuchar la radio. Humanos rampantes que van exposiciones inmersivas de Van Gogh, pero que jamás pisarían un museo para ver La noche estrellada.
Si bien la mediocridad es un estado del alma, su presencia endémica responde a varios factores, y creo que el principal es la aniquilación sistemática y prolongada de la fantasía a favor del entretenimiento vegetativo. Los vídeos de Pantomima Full son un bestiario de vivos que pasan por el mundo sin dejar ninguna huella más allá de cierta tristeza y alguna ocasional carcajada amarga. También son un espejo de lo que somos y, como en La historia interminable, la prueba del espejo era la que ningún viajero podía soportar.