Un presupuesto millonario y una ambiciosa puesta de escena para el Eurovisión Junior 2024 de este sábado: la prueba de fuego de RTVE
La cadena pública prepara desde hace semanas la emisión internacional del certamen de la canción infantil. Se emitirá este sábado desde la Caja Mágica de Madrid y le servirá para postularse como futura anfitriona de la versión adulta del festival
Una pantalla vertical rodeada de dos jardines y un poderoso juego de luces compuesto por 800 dispositivos de iluminación ocupan desde hace días el escenario de la Caja Mágica de Madrid. El lema de Eurovisión Junior 2024 que organiza esta semana RTVE en la ciudad es Let’s Bloom (Florezcamos). En ese concepto se han concentrado los responsables de la XXII edición del certamen infantil para una gala que comenzará este sábado 16 de noviembre a las seis de la tarde y que se emitirá a decenas de países.
Con un presupuesto superior a los cuatro millones de euros y con cerca de 800 personas trabajado para construir este ambicioso montaje, RTVE intenta demostrar que la cadena pública española “está preparada y engrasada para ser en cualquier momento sede del Eurovisión senior”, comenta a este periódico Ana María Bordas, jefa de la delegación española en Eurovisión desde 2017 y miembro del Grupo Directivo de RTVE.
Las 17 delegaciones participantes en esta edición de Eurovisión Junior llevan días ensayando en ese ambicioso escenario por el que pasará Chloe DelaRosa como representante española con la canción Como la Lola. Uno de los elementos más llamativos de la puesta en escena diseñada por RTVE y el austriaco Marvin Dietmann, director artístico de la gala, es la pantalla central de 19 metros de altura por 11 de ancho. Se trata de un gigantesco panel vertical. “Cuando Marvin y yo empezamos a pensar en el concepto y reclamo principal de la gala, teníamos claro que queríamos aportar algún tipo de innovación y reflejar mucho el mundo digital, tan cercano a los jóvenes. En RTVE me decían que cómo íbamos a hacer eso, si la imagen en televisión es horizontal”, recuerda Bordas.
Los organizadores del Eurovisión Junior español han compensado esta verticalidad creando dos jardines laterales y partiendo en dos la green room (el espacio en el que se sientan los artistas que compiten en la gala), para que rodee el escenario. En ella no habrá adultos, solo los niños cobijando a sus compañeros mientras actúan, avanza Bordas. “Aunque hacerlo así es más complicado a nivel de realización, teníamos claro que la versión junior de Eurovisión no puede ser una copia del original; tiene que ser algo informal, donde los participantes se lo pasen bien, porque son niños. Tiene que ser un juego, sin presión ni sufrimiento para ellos”, explica Bordas junto a Dietmann. Además, RTVE y la Unión Europea de Radiodifusión (UER) han extremado las medidas de seguridad en torno a los menores, tanto los participantes como los asistentes, explican desde el ente público, acorde con el nuevo protocolo de protección de la infancia para Eurovisión Junior que presentó la UER en 2023.
El vienés debutó en el mundo de la danza con seis años, así que conoce lo que un niño necesita cuando se coloca en un escenario ante miles de personas. Por eso, el concepto general de este año, Let’s Bloom (Florezcamos), “trata de crecer juntos en una sociedad lo más bella y diversa posible y que cada uno florezca con libertad, a su modo”, explica Dietmann. “Habrá sin duda un recuerdo a Valencia, aunque el tono de la gala sea festivo”, comenta su director artístico, que ha colaborado en el pasado con la delegación eurovisiva de RTVE en la puesta de escena de Blas Cantó en 2021 y que estuvo detrás de la actuación ganadora de Conchita Wurst en 2014.
Una oportunidad para un turismo más familiar
Siguiendo con los datos, un total de 60 camiones han transportado hasta la Caja Mágica todo el material técnico, que incluye también, según cifras de RTVE, 20 kilómetros de cableado, 175 motores y 11 generadores que darán servicio a la retransmisión en directo del espectáculo. Una completa unidad móvil y 18 cámaras registrarán lo que ocurra en el escenario, cuyo suelo también está cubierto por una pantalla de 100 metros cuadrados.
Hugo Carabaña, experto en Eurovisión, codirector del programa de radio Eurovision Sound y redactor de la web especializada en el certamen europeo de la canción ESCplus España, considera que La Caja Mágica es, por sus características, un recinto adecuado para organizar este evento, “que es más familiar que el Eurovisión senior”. La retransmisión internacional de este sábado “es una oportunidad para RTVE de demostrar que puede ser anfitrión del festival senior a pesar de llevar más de 50 años sin hacerlo”, comenta por teléfono a este periódico días antes de que se celebre la competición infantil en Madrid. “Y también es una buena oportunidad de promocionar Madrid como un destino turístico para todas las edades, más familiar de lo que es ahora mismo”, opina Carabaña sobre Eurovisión Junior 2024, que RTVE organiza con el apoyo de Madrid Destino, la facción del Ayuntamiento de la ciudad encargada de gestionar los eventos culturales y turísticos.
Aunque los eurofans internacionales han reaccionado de forma positiva a las primeras imágenes que ha compartido RTVE sobre el escenario, iluminación y puesta en escena que se verán el sábado, lo que más preocupa a los seguidores españoles es la calidad del sonido. Es el aspecto técnico de las preselecciones eurovisivas organizadas por RTVE en la última década que más críticas ha recibido, incluyendo la ambiciosa apuesta del Benidorm Fest. Ana María Bordas está preparada para responder a una pregunta que no parece resultarle inesperada: “En mayo, enviamos a Malmö un equipo de RTVE para que observara cómo la televisión pública sueca gestionaba el tema del sonido en Eurovisión 2024 y tomara nota”, asegura.
“Desde el primer momento, RTVE se ha planteado organizar este evento como un test y como un reto para demostrar que queremos ganar Eurovisión. Es verdad que en el pasado existía esa impresión general de que no queríamos una victoria. Estamos intentando en los últimos años que eso cambie. Tenemos un presupuesto importante dedicado a Eurovisión y el Benidorm Fest ha impulsado la idea de que ahora sí queremos ganar”, argumenta Bordas. La razón por la que España no organizó Eurovisión Junior cuando lo ganó María Isabel hace 20 años fue la decisión de Javier Pons, director de RTVE en ese momento, de retirarse de esta competición infantil. “La directiva sentía que era un espacio en el que se sexualizaba y se utilizaba a los niños más allá de lo que hoy consideramos ético. Cuando volvimos fue porque entendía que las cosas habían cambiado mucho, que la UER se había dado cuenta de que iba por mal camino y había mejorado muchas cosas con respecto al trato de los niños”, comenta la jefa de la delegación española.