Columna

Consecuencias

Las marcas no quieren personajes que signifiquen en causas políticas. Todos sabemos que hay causas que se pueden defender públicamente y causas que no

Itziar Ituño participó en la manifestación de Bilbao, convocada por Sare, la organización de apoyo a los presos de ETA, el 13 de enero de 2024.Javier Zorrilla (EFE)

Personarse en una manifestación es una declaración de principios combinada con un balance entre el tiempo disponible y el compromiso. El lugar que uno tiene dentro de la manifestación también dice mucho de tu posición dentro del movimiento. En la cabeza de la manifestación están los políticos, los famosos y los acoplados. La presencia de los acoplados nunca trasciende (más quisieran). La presencia de los famosos sí.

Itzíar Ituño cae en la categoría de famosa, y al colocarse en la cabeza de la manifestación ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Personarse en una manifestación es una declaración de principios combinada con un balance entre el tiempo disponible y el compromiso. El lugar que uno tiene dentro de la manifestación también dice mucho de tu posición dentro del movimiento. En la cabeza de la manifestación están los políticos, los famosos y los acoplados. La presencia de los acoplados nunca trasciende (más quisieran). La presencia de los famosos sí.

Itzíar Ituño cae en la categoría de famosa, y al colocarse en la cabeza de la manifestación de Sare ha mandado un mensaje. La consecuencia es que ha perdido dos contratos. Las marcas no quieren personajes que signifiquen en causas políticas. Hace años, el youtuber JPelirrojo perdió su contrato con una marca heladera por celebrar la muerte del torero Víctor Barrio. Rafa Nadal ha perdido contratos por aceptar un cargo en Arabia Saudí. Najat el Hachmi sufrió una campaña de acoso por hablar abiertamente de lo que conoce. Justas a veces, injustas otras, así son las cosas. Para representar a una marca hay que ser un continente blanco e inane. Hay que ser un tostón de persona y hay que ser famoso. Hay que ser una Paula Echevarría o una Dulceida.

Me llama la atención cómo desde un mundo tan cohesionado como el de la cultura y el entretenimiento alguien se pueda quejar de la falta de libertad de expresión. Itzíar Ituño ha tenido la suerte de entrar en una de las causas defendibles desde dentro de su sector, pero no desde fuera. Todos sabemos que hay causas que se pueden defender públicamente y causas que no. Para lo demás hay que actuar siempre como se actúa en el escenario de un programa de José Luis Moreno. Sonreír, actuar, aplaudir, y pensar a ser posible poquito. Quien niegue esto es un cínico o un mentiroso. Lo más cómodo en esta vida es ver, oír, y callar. La única manera de no equivocarse nunca.

Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Sobre la firma

Más información

Archivado En