Así se vivió desde dentro el final de ‘Sálvame’: del fisio de Jorge Javier al cambio de voto de Belén Esteban
Los presentadores y el equipo de la productora se enteraron en directo de la cancelación. Este es el relato de las 72 horas frenéticas que se vivieron después, reconstruido por sus protagonistas
La mayoría de los trabajadores de Sálvame se enteraron del fin del programa en plató el viernes 5 de mayo. Sin embargo, su presentador estrella estaba en casa, en plena sesión de fisioterapia, con el móvil junto a él, pero sin poder consultarlo. Empieza entonces a recibir una notificación tras otra. ¿Su primer pensamiento? “Creía que me habían dado otro Ondas, porque el móvil no paraba de vibrar. La cantidad de mensajes era tal que al rato llegué a asustarme pensando que a mi madre le había pasado algo”, cuenta Jorge Javier Vázquez a EL PAÍS. “Cuando pude coger el teléfono, el primer me...
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La mayoría de los trabajadores de Sálvame se enteraron del fin del programa en plató el viernes 5 de mayo. Sin embargo, su presentador estrella estaba en casa, en plena sesión de fisioterapia, con el móvil junto a él, pero sin poder consultarlo. Empieza entonces a recibir una notificación tras otra. ¿Su primer pensamiento? “Creía que me habían dado otro Ondas, porque el móvil no paraba de vibrar. La cantidad de mensajes era tal que al rato llegué a asustarme pensando que a mi madre le había pasado algo”, cuenta Jorge Javier Vázquez a EL PAÍS. “Cuando pude coger el teléfono, el primer mensaje que leí fue ‘Nos vamos el 16 de junio’ y pensé ‘¿adónde?”.
Tres días después, Belén Esteban se desahogaba en la noche del lunes con alguien de su estricta confianza. “Todo esto es una maniobra política para que la derecha gobierne y yo soy muy leal a mi empresa y una tía que va de frente. No pienso volver a votar a [Isabel Díaz] Ayuso, lo tengo claro”. Atrás quedaban 72 horas frenéticas, de caos y desánimo para el equipo de Sálvame y sus allegados después del anuncio del fin del programa. Pero volvamos al plató.
Es habitual que los empleados de cualquier espacio televisivo se enteren del término de sus trabajos por la prensa. Lo que es menos común es que les ocurra en directo. Así sucedió el viernes 5 a raíz de la filtración a El Mundo del fin de Sálvame.
La noticia, publicada alrededor de las siete de la tarde, coincidió con el comienzo de Sálvame Naranja Plus, la franja del espacio que se emite en exclusiva para los suscriptores de Mitele Plus. Los colaboradores de Sálvame, siempre móvil en mano, la leyeron en ese momento, pero no podían reaccionar a ella en plena emisión. Ninguno de ellos sabía nada; en el equipo, tampoco. Mandaban el desconcierto y la prudencia. En un programa ocurren muchas más cosas de las que se perciben a simple vista, pero volverlo a ver conociendo ciertas claves da otra lectura.
Aunque no se ve en pantalla, fuentes del programa aseguran a EL PAÍS que la primera en dar la voz de alarma a sus compañeros fue Lydia Lozano y el shock se apoderó de la situación. A los dos minutos de comenzar el programa, María Patiño, copresentadora junto a Terelu Campos, sale a toda prisa del plató. Tres minutos después, vuelve y empieza a contar que Willy, el gato de Marlene Mourreau, ha muerto atropellado. En un momento dado calla y a punto de llorar, da la espalda a sus colegas. A pesar de que ella ha confirmado que su emoción provenía de la historia que estaba contando, muchos compañeros creen que es por el fin del programa. Carmen Alcayde la jalea: “Tú puedes, María, es duro, pero puedes”.
Durante esa hora, de siete a ocho de la tarde, se perciben otros momentos de complicidad entre algunos de los colaboradores. En ese momento, ni siquiera tienen la confirmación de que la noticia sea cierta, pero los chats entre ellos bullen. Una publicación en Instagram de @algopasatv ratificando el titular de El Mundo les hace temerse lo peor, muchos de ellos siguen esa cuenta con asiduidad y saben que está muy bien informada. Pero siguen sin llegar noticias internas. Hay quien conserva la esperanza de que todo sea mentira.
Mientras tanto, desde la productora del programa, La Fábrica de la Tele, intentan ponerse en contacto con la cadena para confirmar la noticia. Fuentes de la dirección de Mediaset aseguran a este diario que el plan era hacerlo público el lunes, después de hablar primero con la productora: “El comunicado no iba a salir hasta que no lo supiera el equipo. Es cierto que se produjo una filtración que ojalá no se hubiera producido. Esa semana había mucho rumor”. Esos eran los planes. Pero nadie se había puesto en contacto con la otra parte para comunicarlos.
Es más, a pesar de que Óscar Cornejo y Adrián Madrid, directores de La Fábrica de la Tele, aún no conocen personalmente a Borja Prado, presidente de Mediaset España, los mensajes desde el grupo a la productora, incluso en estos últimos meses, siempre habían sido de tranquilidad. Y había iniciativas encima de la mesa para hacer crecer Sálvame en los próximos meses. Sin embargo, al mismo tiempo, otras productoras vinculadas a la casa y varias redacciones periodísticas sabían que el fin del programa era inminente.
El viernes, además, muchos trabajadores hacen doblete entre Sálvame y Viernes Deluxe, cuya emisión comienza a las diez de la noche. En ese lapso de tiempo entre los dos programas, minutos antes de que se inicie la reunión de contenidos (sobre las nueve) es cuando, según fuentes del programa, reciben la confirmación de la noticia. La producción ejecutiva de La Fábrica de la Tele la corrobora vía WhatsApp, a las 21.08:
“Hola a todos y a todas. Sentimos mucho comunicaros de esta manera (por WhatsApp y un viernes a estas horas) que lo publicado por El Mundo es cierto. Por lo menos la parte en la que se habla del fin de Sálvame antes de verano. Nosotros mismos también nos hemos enterado por este periódico. Unas horas más tarde, Manuel Villanueva [director general de contenidos de Mediaset] nos lo ha confirmado y nos ha convocado a una reunión el próximo lunes para darnos más detalles. Nos gustaría daros más información, pero desgraciadamente no sabemos nada más. No nos merecemos un final así. Lo sentimos mucho. Sois los mejores”.
Viernes Deluxe transcurre con toda la normalidad que sus colaboradores y presentador, Jorge Javier Vázquez, son capaces de aparentar. Durante el fin de semana no reciben nueva información al respecto. Algunos de ellos, muy acostumbrados al trabajo intermitente en la tele, se lo toman con deportividad. Un tiempo de descanso y luego a buscar un nuevo empleo. Pero reina el desaliento.
Lo que sí abunda a lo largo del fin de semana son las llamadas de teléfono de políticos de izquierdas de primerísima línea a miembros destacados del equipo del programa para tratar de desentrañar las claves internas del movimiento de Mediaset. Gobierno y partidos de izquierdas han mostrado en los últimos días su preocupación por la deriva de la cadena. Desde la dirección de Mediaset, insisten en que no es así: “Empieza una nueva etapa porque el formato mostraba ya muchos síntomas de desgaste y cuando esto ocurre después de 14 años, que es un hito de la tele, 14 años muy brillantes, hay que cambiar. Solo hay que ver las audiencias, y cuando esto pasa se tiene que tomar la decisión. Se cambia un programa de entretenimiento por otro de entretenimiento”.
Las dos ediciones de Sálvame, Limón y Naranja, han logrado liderar sus franjas en la mayoría de los días de emisión en esta temporada, con datos que rondan el 11,8% y 13,6% de cuota de pantalla respectivamente. Sin embargo, en los últimos meses el habitual dominio absoluto del programa se había desinflado en favor de propuestas como las series turcas Tierra amarga y Pecado original en Antena 3, y la española La Promesa en La 1.
El lunes, tras una reunión con la directiva de Mediaset, la producción ejecutiva de La Fábrica de la Tele, encabezada por Óscar Cornejo y Adrián Madrid, confirma al equipo de Sálvame la noticia alrededor de las dos de la tarde. El martes se conoce la fecha de la última emisión del Sálvame y de Viernes Deluxe: el 23 de junio (y no el 16, como se dijo en un principio).
En las reuniones con el equipo —además de esta hubo otra el miércoles con los trabajadores de Viernes Deluxe y otra el jueves con los colaboradores—, el principal mensaje que se transmitió fue de ánimo. “No sois basura, sois los mejores profesionales de la televisión de este país”, se repite una y otra vez con la intención de contrarrestar el titular publicado por El Mundo [”Mediaset pone fin a la telebasura”] y los rumores de que fue el propio grupo de comunicación el que lo exigió de forma expresa.
El mismo lunes, tras el encuentro de Cornejo y Madrid con el equipo y a poco menos de dos horas de que empiece el programa, comienza la reunión de escaleta. Allí es donde David Valldeperas y Alberto Díaz, directores de Sálvame, le venden a Óscar Cornejo la idea con la que abre el programa de ese día.
A las cuatro de la tarde del lunes escuchamos en directo el fin de Sálvame. “Buenas tardes, ya sabéis que esto se acaba. Pero no os preocupéis, porque yo estoy aquí para ayudaros”. La noticia no sale de boca de ninguno de sus responsables, sino de Jesús Ripoll, que se presenta como “asesor laboral, experto en motivación de equipo, con 25 años de experiencia”, un profesional al que se localizó a menos de una hora de comenzar el programa. La idea funciona, todo el mundo se ríe con la gracia y Sálvame sigue haciendo honor a su esencia, la de alimentarse de sus propios avatares.
Futuro incierto
El sueldo de alrededor de 150 personas depende de la productora, que ahora mismo está tratando de capear el temporal como puede. Fuentes internas confirman que el ERE es inevitable e inminente, una situación inédita para La Fábrica de la Tele. Sálvame supone alrededor del 60% del volumen de negocio de la empresa, el daño es inasumible. Pero no hay más detalles, todavía no han comenzado las negociaciones con el comité de empresa.
La relación entre la productora y la cadena se ha resentido después de lo ocurrido. Y de cómo ha ocurrido. Se ha roto la confianza, no tanto por la filtración, sino por la contradicción entre el mensaje de tranquilidad enviado a la productora y el conocimiento de otros actores del sector de que el programa terminaba. La Fábrica de la Tele está participada por Mediaset en un 33%. Nadie sabe si la situación entre ellos cambiará. “Estamos contentos con ellos y queremos continuar”, aseguran desde la dirección del grupo mediático.
La prioridad en la productora ahora mismo es la gestión de la situación de los empleados y la firme intención de construir un futuro sin Sálvame. ¿Pero podría La Fábrica trasplantar el universo Sálvame a otro lugar? La única certeza hoy es la del fin del programa y la del disputado voto de la señora Esteban.
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