El decepcionante reencuentro de ‘Al salir de clase’

Cómo hacer entender a quien nunca haya visto Al salir de clase lo decepcionante que ha sido el programa reencuentro de Al salir de clase en Martínez y Hermanos (emitido en Youtube) con motivo de los veinte años del fin de una serie que no es el orgullo de la carrera de nadie, pero fue el comienzo de las carreras de muchos.

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Cómo hacer entender a quien nunca haya visto Al salir de clase lo decepcionante que ha sido el programa reencuentro de Al salir de clase en Martínez y Hermanos (emitido en Youtube) con motivo de los veinte años del fin de una serie que no es el orgullo de la carrera de nadie, pero fue el comienzo de las carreras de muchos.

Veinticinco minutos diarios (en programación de Telecinco, una hora) que pese a ser un delirio desde el principio, lograron cautivar a España gracias a un reparto de caras jóvenes y guapas (guapas para los estándares de los noventa), tramas rocambolescas salpicadas de problemas juveniles, y un lenguaje “de calle” que era un verdadero dislate. Obviamente no estaban ni Pataki ni Morales ni Sobera, entre la media docena de actores del reparto que no tuvo nada mejor que hacer esa tarde. Ni siquiera Mariano Alameda (actualmente terapeuta transpersonal, es decir, cantamañanas) pudo (o quiso) pasarse más que en video. Los cuatro gatos del reencuentro pasearon en un bus turístico por las zonas más horrorosas de Madrid mientras rememoraban un par de momentos sueltos de la serie entre preguntas incisivas como la de que si tenían un grupo de Whatsapp entre ellos.

El blog más humilde de la Red te puede ofrecer más información sobre los actores que este especial de once minutos, y en el restaurante de Fernando Andina cualquier día tonto se juntan más veteranos de la serie que en este especial. La suerte de los actores de la serie ha sido dispar y en muchas ocasiones injusta. Al salir de clase tiene un documental, y no necesariamente uno nostálgico. Sólo con dar con el paradero de Luis Montes (Sócrates) habría material. Me resulta muy simpático Dani Martínez, pero me ha timado. Me vengaré.

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