El límite es el personaje
La grandísima diferencia de ‘G.E.O. Más allá del límite’ y otros documentales de Amazon Prime es que tiene un enorme protagonista, el inspector Pelayo: cada frase que sale por su boca es una losa
Si hubiera mirado los credenciales de David Fernández Miralles y Jorge Pérez Vega antes de decidirme a ver G.E.O. Más allá del límite, no estaría hoy escribiendo esto. Si me llegan a decir “De los creadores de los documentales de Fernando Torres y Dabiz Muñoz”,...
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Si hubiera mirado los credenciales de David Fernández Miralles y Jorge Pérez Vega antes de decidirme a ver G.E.O. Más allá del límite, no estaría hoy escribiendo esto. Si me llegan a decir “De los creadores de los documentales de Fernando Torres y Dabiz Muñoz”, salgo corriendo en sentido contrario. Con todo el respeto hacia el balompié, es decir Torres y pensar en qué peinados eran ridículos incluso antes de pasarse de moda. Y qué comentar de Dabiz Muñoz, un tipo que se disfraza de la peor entrega del universo Batman (Suicide Squad) para anunciar, precisamente, la segunda temporada de su hagiografía.
Todos sabemos que las series documentales de Amazon Prime son entregas de Vidas de santos. El caso Sergio Ramos es paradigmático: aquí tenemos a este señor mirando al vacío, pintando, entrenando… todo en contrapicado y con una música que susurra “atento, mortal, que Jesucristo va a hablar”.
Con estos precedentes uno se espera lo peor. Y además se suma una frecuente animadversión hacia las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Casualidades de la vida, conozco a uno que intentó entrar en los cuerpos de operaciones especiales y lo que narraba se parecía más a La chaqueta metálica que a Stand By Me.
Lo que cuenta G.E.O. Más allá del límite no tiene nada que ver con estas glosas, y no solo por la distancia entre las vidas de cualquier famoso y las de un funcionario especializado en lucha antiterrorista. La grandísima diferencia es que G.E.O. tiene un gran protagonista que es el inspector Pelayo. Cada frase que sale por su boca es una losa, una cita para el recuerdo. Si la serie no hubiera tenido un recibimiento tan tibio, este hombre sería ya parte de la cultura popular. La serie, claro, tiene dejes que la lastran, todos de montaje: un perpetuo anticlímax. Pero también tiene buenas ideas de realización y una trama interesante. Y con todo esto lo que quiero decir es que puede que nadie le haya recomendado G.E.O., pero hágame caso como yo le hice caso a otra persona: véala.
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