Emily Dickinson: un verso libre convertido en serie
La tercera temporada de la serie de Apple TV+ cierra la revisión moderna que la guionista Alena Smith firma sobre la figura de la poeta estadounidense
En una reunión social al comienzo de la tercera temporada de Dickinson (que Apple TV+ estrenó el pasado viernes), uno de los personajes se queja de que ya no puede leer las noticias, “son demasiado deprimentes”. El despreocupado cotilleo ha dado paso (solo por unos segundos) a lamentaciones por los tiempos oscuros que les ha tocado vivir. Se refieren a la Guerra de Secesión (1861-1865), durante la que transcurre la tanda de capítulos con la que termina esta p...
En una reunión social al comienzo de la tercera temporada de Dickinson (que Apple TV+ estrenó el pasado viernes), uno de los personajes se queja de que ya no puede leer las noticias, “son demasiado deprimentes”. El despreocupado cotilleo ha dado paso (solo por unos segundos) a lamentaciones por los tiempos oscuros que les ha tocado vivir. Se refieren a la Guerra de Secesión (1861-1865), durante la que transcurre la tanda de capítulos con la que termina esta peculiar comedia. Ni a los guionistas ni a los espectadores de la serie se les escapa el paralelismo en el sentir de los personajes con los tiempos presentes.
“Escribimos la tercera temporada a través de Zoom muy al principio de la pandemia, cuando todo el mundo estaba en shock, confuso y traumatizado. La sala de guionistas se convirtió en una especie de sala de sanación, donde nos encontrábamos todos los días para hablar de lo que ocurría y tratar de procesarlo juntos”, cuenta por videollamada Alena Smith, creadora y máxima responsable de la serie que ha revisado la figura de la escritora estadounidense Emily Dickinson desde una óptica contemporánea, feminista y rompedora, más cercana, según ella, a la realidad que las ideas que han circulado sobre la poeta durante décadas.
“Mi relación con Emily Dickinson comenzó posiblemente en el instituto, cuando leí sus poemas. En la universidad leí una biografía que me golpeó fuerte. La relación con su familia y el significado de la escritura en su vida resonó mucho en la joven escritora que yo era en ese momento. Y unos 10 años después tuve la idea de hacer una serie sobre ella, quería celebrar a esa artista radical, queer y feminista que en su propio tiempo fue absolutamente incomprendida. Además, encontré muy inspirador todo eso de permanecer fiel a tu trabajo a pesar de que nadie lo viera”, ríe repasando su relación con la escritora que nació en 1830 en Amherst, Massachusetts, y de cuya obra solo se publicaron seis poemas mientras ella vivía.
Frente a la permanente y voluntaria reclusión en la que vivió, la serie muestra a la autora como una joven pasional con una imaginación desbordante que se refleja en su poemario, verdadero hilo conductor de la trama. De la poeta, Smith destaca un sentido del humor “que muchas personas no ven”. “La gente tiende a imaginar a todas las poetas como personas tristes, y no creo que Emily Dickinson fuera triste. Creo que era extremadamente pasional y estaba muy interesada por el mundo que la rodeaba, a pesar de que el mundo que la rodeaba fuera muy limitado en el sentido de lo que experimentó, porque su vida fue confinada y doméstica, reducida a su propia casa, su ciudad y su habitación. Pero fue capaz de encontrar el infinito en lo pequeño”.
En su visión de Emily Dickinson, que ha sido galardonada con un premio Peabody, uno de los más prestigiosos de la industria audiovisual estadounidense, Smith no tiene problemas en recurrir a constantes anacronismos que acercan el personaje a la actualidad. “Queríamos coger un espejo desde hoy y mostrar que todo lo que veíamos como viejo no es tan viejo como creemos, y que lo que nos parece nuevo no es tan nuevo, cómo se difumina la diferencia entre pasado y presente y dirigir la luz hacia la posición de las mujeres, las personas queer y cualquier persona que ha sido marginada y no ha estado en el centro a la hora de contar la historia”.
También es una forma de mostrar la modernidad de Emily Dickinson como poeta y como mujer. “Es un espíritu radical. Conocía las reglas, las expectativas y normas de su mundo y, conscientemente, decidió no seguirlas. Hacía esas rimas extrañas, usaba esa puntuación y esa ortografía no porque no supiera cómo se escribía, sino porque la forma en la que se supone que había que hacerlo no le servía. Rompió las normas y creó algo que se adelantó casi 100 años a su tiempo en términos de un enigmático modernismo, diría yo. Nunca nos dejó tener una respuesta, hacía preguntas, presentaba posibilidades, provocaba un espacio de ambigüedad y nos trasladaba sus preguntas a nosotros”.
Un lugar de trabajo explícitamente feminista
Alena Smith, curtida en las salas de guionistas de producciones como The Newsroom y The Affair, siempre quiso que la suya fuera una serie feminista delante y detrás de las cámaras. “Dickinson fue siempre y explícitamente un lugar de trabajo feminista. Tenemos mayoría de mujeres o personas de género no binario en el reparto y detrás de las cámaras, mayoría de mujeres directoras queer, coordinadora de especialistas, diseñadora de vestuario… Dickinson la ha hecho un montón de gente que no se identificaba como hombre”, resume quien durante la última temporada de The Newsroom se enfrentó en la sala de guionistas, y públicamente, al todopoderoso Aaron Sorkin, creador de aquel drama periodístico, por el tratamiento que la serie hizo de una violación en grupo.
“Toda la cultura sufrió un cambio profundo en 2017 con el movimiento MeToo, que ha tenido miles de ramificaciones en Hollywood. Ya solo tener un coordinador de intimidad en el set para cualquier escena que implique intimidad física era algo que no existía antes de 2017 y ahora parecería de locos no tenerlo. Las cosas han cambiado mucho y rápido, están cambiando todavía y espero que Dickinson sea parte de ese cambio”, dice Smith, preguntada por sus anteriores experiencias laborales.
En la tercera y última temporada, Emily (interpretada por Hailee Steinfeld) se plantea la utilidad y el sentido del arte en tiempos oscuros. La Guerra de Secesión fue el momento de apogeo creativo y productivo de la poeta en la vida real, con una actividad incesante que dio lugar a algunos de sus mejores trabajos, según los especialistas. Que su historia terminara con una tercera temporada que se desarrollara en tiempos de la guerra civil estadounidense estuvo siempre en los planes. “Quería que la serie contara el paso a la edad adulta de Emily, que arrojara luz sobre toda la desinformación que habíamos recibido y reconstruir lo que creo que está más cerca de su espíritu real y su identidad. Quería centrarme en la Emily joven que está luchando por salir adelante como artista. Y en la guerra civil es donde eso ocurre, se abre desde su interior y se convierte en la gran poetisa que es”.
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