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Los debates matinales ocupan agosto con negacionistas y antivacunas. El pensamiento negacionista está concentrado en un publirreportaje llamado ‘The Big Reset’

Manifestación de negacionistas del covid-19 en agosto de 2020 en Madrid.David Expósito

¿Recuerdan las visiones de Garabandal? Advertencias sobre un desastre inminente de naturaleza incierta. El trasfondo, la hartura divina de tanta libertad. El metraje sobrenatural secreto fue, en teoría, eliminado por el Vaticano, pero también puede ser que pasaran total del tema. Nunca sabremos la verdad.

Hoy la amenaza es real. La covid-19 se queda con nosotros. Acostumbrados al virus, los debates matinales ocupan agosto con negacionistas y antivacunas. Durante la desescalada, ...

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¿Recuerdan las visiones de Garabandal? Advertencias sobre un desastre inminente de naturaleza incierta. El trasfondo, la hartura divina de tanta libertad. El metraje sobrenatural secreto fue, en teoría, eliminado por el Vaticano, pero también puede ser que pasaran total del tema. Nunca sabremos la verdad.

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Hoy la amenaza es real. La covid-19 se queda con nosotros. Acostumbrados al virus, los debates matinales ocupan agosto con negacionistas y antivacunas. Durante la desescalada, Ouka Leele advertía megáfono en mano de los peligros de las mascarillas. “¿Imagináis que Jesucristo hicieses milagros con guantes y mascarilla? Sería absurdo, ¿verdad?”. A ver, señora, que es el hijo de Dios. Céntrese.

El pensamiento negacionista está concentrado en un publirreportaje de 20 minutos llamado The Big Reset. Es de acceso gratuito y está locutado por el mismo tío que dobla los documentales de Canal Historia (creo). Utiliza música de libre uso, y la estructura es la de un anuncio de aplicación de meditación en el que se abunda en la idea de un despertar global. Puede que vivamos en una sociedad opresora en la que escapamos a través del ocio tras pagar facturas e impuestos, pero un supuesto abandono de ese sistema solo nos llevaría a la indigencia (salvo que haya una familia pudiente sufragando la experiencia de ser un alma libre). No dudo de que se pueda conspirar para alterar aspectos geopolíticos, pero, ¿no es un poco excesivo montar este cirio solo para vender vacunas? Los expertos en The Big Reset no opinan igual. El documental tiene que acabar en alto y ese es para mí el principal reto del montador. El golpe de efecto elegido es la frase “únete a nosotros en Telegram”. Yo estoy en ese grupo de Telegram y el de Hazte Oír es más entretenido. The Big Reset es un anuncio fallido; autoayuda, plagio del anuncio del Loka Magazine, y un “call to action” para el público juvenil de Cyberclub o 6 Pack. Garabandal era mejor, y daba más miedo, como las películas de Paco Plaza.

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