Los prescriptores que comercian con el odio racial
‘El nuevo supremacismo blanco’, primer documental producido por el medio estadounidense ‘The Atlantic’, sigue el progreso y declive de jóvenes líderes de opinión de la extrema derecha estadounidense
Pocos días después de la victoria de Donald Trump en las elecciones de 2016, el periodista Daniel Lombroso cubría un encuentro organizado por Richard Spencer, el agitador que acuñó el concepto alt-right (derecha alternativa). Allí presenció cómo el anfitrión se dirigía a los asistentes con un “¡Hail Trump!” y lo grabó en vídeo. En ese momento, comenzó un seguimiento por el día a día de varios prescriptores de ultraderecha que muestra en El nuevo supremacismo blanco. Movistar + emite en...
Pocos días después de la victoria de Donald Trump en las elecciones de 2016, el periodista Daniel Lombroso cubría un encuentro organizado por Richard Spencer, el agitador que acuñó el concepto alt-right (derecha alternativa). Allí presenció cómo el anfitrión se dirigía a los asistentes con un “¡Hail Trump!” y lo grabó en vídeo. En ese momento, comenzó un seguimiento por el día a día de varios prescriptores de ultraderecha que muestra en El nuevo supremacismo blanco. Movistar + emite en España el que es el primer documental producido por el medio estadounidense The Atlantic.
Tras más de tres años de investigación, a Lombroso no le sorprendió del todo el asalto del Capitolio del mes de enero, “aunque la escalada de violencia y absurdo que se vio allí era algo imposible de predecir”, admite por teléfono desde Estados Unidos. Lo que intenta destacar con esta película, es que “el supremacismo blanco es un movimiento esencialmente violento, que no solo se mantiene en el plano de las ideas o la política”.
El controvertido Spencer se mudó a vivir a casa de su madre después de que muchas universidades estadounidenses cancelaran su gira de charlas por considerar su discurso una amenaza pública y tras su polémica intervención durante las protestas violentas de Charlotesville. Otro de los objetivos de este documental, Mike Cernovich, realizó una guía de seis pasos para crear una dictadura fascista y difundió bulos en Twitter sobre el estado de salud de Hillary Clinton durante esas mismas elecciones. Casado con una mujer iraní con quien ha tenido un hijo, aprovecha su fama para vender suplementos alimenticios por internet. Mientras que Lauren Southern, con más de 650.000 seguidores en YouTube, centra sus esfuerzos en la lucha contra inmigrantes y la defensa de la comunidad blanca, aunque también ha formado una familia birracial.
Las debilidades y contradicciones de estos tres personajes mediáticos salen a la luz en un relato que ellos mismos ayudan a construir en primera persona y que define a una nueva generación de extremistas. “El racismo y la xenofobia han estado siempre latentes, lo que ha cambiado en este siglo es cómo estos líderes de opinión se han alimentado del mundo virtual para incentivar comportamientos peligrosos. Mike no sería nada sin Twitter y Lauren tampoco sin YouTube, pero a los gigantes tecnológicos no les importa”, defiende Lombroso.
Aunque el periodista considera que fue “el ego y las ansias de fama y dinero” de los protagonistas de la cinta los que le permitieron tener un acceso tan amplio a sus vidas, decidió que era importarte contar lo que ocurre en torno a este tipo de personas influyentes entre el público joven. “Como judío con dos abuelas supervivientes del Holocausto que perdieron parte de sus familias en la Segunda Guerra Mundial he aprendido que hay que arrojar luz sobre lo que el fascismo está haciendo. Pero, en vez de incluir las reflexiones de expertos, preferí dejar que ellos mismos se expusieran y se definieran ante la cámara como el fraude que son. Tratan el odio como un producto con el que pueden comercializar”, comenta.
Lauren Southern no suele tratar con la prensa, así que fue a la que más le costó aceptar la oferta de aparecer en la película. Es para el director el personaje más complejo de los tres: “Es joven e inteligente, pero muy ingenua al mismo tiempo. Intenta controlar su propia imagen y su propia narrativa, porque además tiene todas las herramientas a su disposición. Tanto ella como sus colaboradores entienden que el mensaje llega más lejos si se cuida la estética visual; comprenden perfectamente el estilo de Leni Riefenstahl [directora de cine alineada con el régimen nazi]. Por lo que sé, ahora no está muy contenta con el resultado de esta película y mis artículos”.
Centrado en un movimiento concreto de la política estadounidense, el documental construye a partir de él un retrato más amplio de la sociedad. Uno que es “bastante deprimente” y en el que “los patrones del reality show se han trasladado a la realidad”, define Lombroso, quien considera que la amenaza del supremacismo blanco sigue latente. “Puede que Trump ya no esté en la Casa Blanca y que muchos de estos activistas de extrema derecha estén en declive, pero el flujo de ideas que han ayudado a esparcir sigue vivo; puede verse en Fox News con más claridad que nunca”, asegura.
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