‘Un sueño real’: El viaje galáctico de las jugadoras del Tacón
HBO España estrena una serie de cuatro capítulos sobre la primera temporada de las futbolistas en la historia del Real Madrid
El 28 de mayo de 2016, recién cumplidos los 17 años, Sara Ezquerro se puso la zamarra madridista de su ídolo Iker Casillas y se fue al Santiago Bernabéu a ver por pantalla grande la final de la Champions que jugaban en Milan el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Era una habitual del estadio, adonde iba en los partidos grandes a hacer ambiente y recibir al autobús del equipo. En esa final, la undécima Champions del Madrid, Sara ...
El 28 de mayo de 2016, recién cumplidos los 17 años, Sara Ezquerro se puso la zamarra madridista de su ídolo Iker Casillas y se fue al Santiago Bernabéu a ver por pantalla grande la final de la Champions que jugaban en Milan el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Era una habitual del estadio, adonde iba en los partidos grandes a hacer ambiente y recibir al autobús del equipo. En esa final, la undécima Champions del Madrid, Sara gritó los goles del Real y lamentó los del Atlético. Saltó eufórica con el penalti anotado por Cristiano Ronaldo que liquidó a los colchoneros. Acabó fotografiándose desde el Bernabéu con una amiga, María Calvo, y la foto se colgó en redes sociales con la frase “Reyes de Europa”. Sólo había un problema: Sara Ezquerro era la portera del Atlético de Madrid, y María Calvo una exjugadora del mismo equipo. Cuando Sara entró en Twitter lo primero que vio fue una foto suya en varios periódicos y más de cien notificaciones. A los insultos de “rata, cerda, puta” se sumaban deseos de que fuese violada, amenazas de muerte y avisos de que se sabía dónde vivía. Al día siguiente fue despedida del Atlético. Pasó varias semanas sin salir sola de casa.
Sara Ezquerro cuenta su historia en Un sueño real, un documental producido por Newtral y Exile Content para HBO, donde se ha estrenado esta semana. Sara tiene hoy 21 años y guarda la misma portería que su ídolo, Iker Casillas: la del Real Madrid. Ella sólo es una pequeña pieza del puzle que se está construyendo en Valdebebas, la ciudad deportiva más grande de mundo, y que tiene todas las respuestas en el Club Deportivo Tacón, un equipo del barrio de Las Carcavas, en Hortaleza, creado en 2014 por Ana Rosell, exjugadora del Atlético de Madrid, y fusionado dos años después con el Canillas. “No cabíamos sentadas en nuestro anterior vestuario, y ahora nos perdemos”, dicen las jugadoras sobre la diferencia entre Las Carcavas y Valdebebas. “Venimos del barro”, cuenta Rosell a las cámaras. “Lo sabemos, sabemos de donde venimos, lo que ha costado llegar hasta aquí y por eso le damos tanta importancia a lo que estamos viviendo”, dice otra jugadora, Esther Martín-Pozuelo. De ahí que el vestuario del Madrid femenino esté lleno de posters, mensajes y pegatinas del Tacón. El ascenso a Primera, tras quedarse a las puertas la temporada anterior, fue cosa también de sus viejas instalaciones, sus medios precarios, su ambición sin límites.
En Un sueño real, que dirige la periodista Ana Pastor, se exploran varios asuntos que conciernen en exclusiva al fútbol femenino, como la discriminación, el machismo o la maternidad. La capitana del Tacón, hoy ya Real Madrid, es la vallecana Malena Ortiz, aficionada al fútbol desde niña como su hermana gemela, también jugadora del Madrid, Samara. Las dos cuentan en el documental como desde los ocho años querían jugar al fútbol con los niños, sin éxito (“se reían, nos echaban, en fin…”). Sus padres decidieron apuntarlas al resto de deportes para que se aficionasen a alguno, pero el fútbol era más fuerte. En el Rayo Vallecano encontraron el hábitat perfecto, y de ahí, al Tacón. Malena, precisamente, pone título al segundo capitulo de Un sueño real: Asllanis y Malenas, evocando el Zidanes y Pavones con el que el Madrid pretendió instaurar una filosofía de canteranos y galácticos a principios de siglo. Kosovare Asllani es una goleadora sueca de 31 años y, junto a su compañera de selección Sofia Jakobsson, primeros fichajes de relumbrón del Madrid. “Aquí hay un mundo de chicas que vienen de jugar en segunda división y otras de jugadoras que vienen de jugar el Mundial”, recuerda el entrenador, David Aznar. “Y cuando llegaron las estrellas y ves a las jugadoras haciéndose selfis con ellas en el vestuario, piensas: buf, aquí hay trabajo”.
El primer partido profesional de muchas de ellas fue en 2019 en el estadio Johan Cruyff, lleno hasta la bandera, y ante el Barcelona, subcampeón de Europa. El primer clásico, si bien aún el Madrid con el nombre oficial del Tacón. Las madridistas recibieron cuatro goles en la primera parte. Las cámaras del documental se meten en el vestuario: “Si no estamos intensas, si no estamos concentradas, si no corremos todo, nos meten nueve. Hay que seguir y seguir hasta el final”, avisa el técnico, David Aznar. La segunda parte empieza con gol blanco, pero pronto el castillo y la ilusión se desmorona: las blancas han recibido, al acabar el partido, nueve goles. “Muchas de mis compañeras estaban nerviosas”, dice Asllani recordando que el primer gol del Barça es un error infantil de la defensa que acaba entregando el balón al rival.
Volvió a ser el Barça el primer rival de la atípica liga 20/21, y esta vez las barcelonistas ganaron por 0-4 en Madrid. Ya el Tacón no existe, es desde julio de este año Real Madrid. Y, tras la primera vuelta, se ha puesto en segundo lugar de la clasificación. Todo lo que hay detrás, desde el momento en que los niños de las categorías inferiores del Madrid vieron por primera vez a mujeres en Valdebebas para entrenar allí (“se quedaron flipados, decían todos tímidos ‘hola, hola”, cuenta Malena), se disecciona en este documental minucioso y revelador, repleto de detalles y de historias en paralelo, que enseña un aterrizaje que se hizo demasiado de esperar, el de las futbolistas en el club de fútbol más famoso del mundo