‘Los favoritos de Midas’, una excelente serie
La ficción de Mateo Gil engancha desde el primer capítulo y tiene un final coherente con lo visto antes
Los favoritos de Midas, Netflix. Seis capítulos. Lo primero que cabe decir de la serie dirigida por Mateo Gil y con guion de él mismo y de Miguel Barros, es que es muy entretenida, que engancha desde el primer capítulo y que su final es coherente con lo visto en los capítulos precedentes.
Lo segundo, es alabar un reparto en el que Luis Tosar, Willy de Toledo y Marta Belmonte protagonizan una serie con colaboraciones de lujo como las de Carmelo Gómez, Adelfa Calvo y Miguel Ángel Solá, entre otros. Quizá añadir que la estupenda e irónica reaparición de Willy Toledo en el papel de u...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Los favoritos de Midas, Netflix. Seis capítulos. Lo primero que cabe decir de la serie dirigida por Mateo Gil y con guion de él mismo y de Miguel Barros, es que es muy entretenida, que engancha desde el primer capítulo y que su final es coherente con lo visto en los capítulos precedentes.
Lo segundo, es alabar un reparto en el que Luis Tosar, Willy de Toledo y Marta Belmonte protagonizan una serie con colaboraciones de lujo como las de Carmelo Gómez, Adelfa Calvo y Miguel Ángel Solá, entre otros. Quizá añadir que la estupenda e irónica reaparición de Willy Toledo en el papel de un inspector-jefe al frente de la investigación de una serie de asesinatos con los que se chantajea al poderoso empresario Luis Tosar, tuvo su punto de polémica pues al parecer se intentó boicotear la serie por su participación en la misma. Lleva instalada en el Top 10 de las series más vistas de Netflix en España.
Lo tercero será destacar las localizaciones. Se muestra un Madrid moderno como corresponde al entorno de su protagonista en un contexto de protestas sociales, también como corresponde a un tiempo del pasado reciente e inmisericorde. A todo ello cabe sumar una trama en la que, de nuevo, la corrupción se convierte en el motor de la historia: negocios multimillonarios con el tráfico de armas, blanqueo de los cuantiosos beneficios, Bancos con tortícolis de tanto mirar hacia otro lado... la vida misma.
Y un único defecto: la periodista que descubre una parte del lodazal participa en un programa de tertulianos televisivos en el que se respeta el turno de palabra, se escucha al oponente y no se habla ni de Bildu ni de la Pantoja. Inverosímil.