Telediarios que sorprenden
Carlos Franganillo traslada el plató del informativo al Hospital del Mar en una edición insólita
Cuando parecía que todo estaba explorado en la televisión, aparece Carlos Franganillo para sorprender. Primero fue el especial sobre la vuelta al cole, que trastocó el telediario de la televisión pública al trasladar el habitual plató de Torrespaña al colegio toledano Ciudad de Aquisgrán para explicar las particulares condiciones del retorno a las aulas en plena pandemia. Después, una inopinada cobertura de las elecciones de Estados Unidos y este jueves, una brillante inmersión en el Hospital del Mar de Barcelona, fundado hace un siglo para combatir una epidemia de tifus.
El Telediario-...
Cuando parecía que todo estaba explorado en la televisión, aparece Carlos Franganillo para sorprender. Primero fue el especial sobre la vuelta al cole, que trastocó el telediario de la televisión pública al trasladar el habitual plató de Torrespaña al colegio toledano Ciudad de Aquisgrán para explicar las particulares condiciones del retorno a las aulas en plena pandemia. Después, una inopinada cobertura de las elecciones de Estados Unidos y este jueves, una brillante inmersión en el Hospital del Mar de Barcelona, fundado hace un siglo para combatir una epidemia de tifus.
El Telediario-2 cambió el paso para mostrar in situ el día a día de sanitarios y pacientes, sin intermediarios ni artificios. Cara a cara. El periodista reflejó los amargos testimonios de médicos y enfermeras, desbordados durante los primeros brotes de la covid-19, hace ya ocho meses, mostró el duro y estresante trabajo en una UCI y conversó con quienes han liderado el gabinete de crisis encargado de dar una respuesta rápida a una situación tan inédita como dramática.
La puesta en marcha de esta edición especial ha sido posible gracias a la colaboración del Hospital del Mar y también a las sinergias entre el centro de producción de TVE en Sant Cugat y en Torrespaña, que movilizaron a unas 40 personas y 10 equipos de reporteros. El telediario se realizó en zona de urgencias de área de día, vacía a la hora de la emisión, con lo que no se interfirió el ritmo normal del centro. TVE trabajó en la logística durante dos semanas y, pese a que algunas piezas estaban grabadas, en torno al 75% del informativo se emitió el directo con el soporte de cuatro cámaras, una de ellas una steadycam, y una PEL (unidad móvil ligera) llegada de Madrid. Y a los mandos de la realización, el veterano realizador Antonio Casado, un valor seguro cuando se trata de abordar retos complejos.
Ante un despliegue de estas dimensiones podría hacer parecer que sería imposible que algo no fallara. Pero el resultado fue impecable. Incluso funcionó milimétricamente la osadía de representar unas gráficas sobre la evolución de la pandemia sobre las puertas automáticas de uno de los pasillos del centro sanitario, un emplazamiento aparentemente poco apropiado para el vaivén del cámaras que exige una transmisión en directo.
Desde su regreso a España tras pasar por las corresponsalías de Moscú y Washington, Franganillo se ha asentado como un comunicador sólido y con carisma. Innovar con dinamismo y arriesgar con creatividad en un terreno tan estático como el de los noticieros es un desafío. TVE ha demostrado que siempre hay margen para abordar trabajos extraordinarios y efectistas. La televisión necesita reinventarse, buscar nuevas narrativas, explorar lenguajes visuales acordes con los tiempos. Fraganillo está en ello.