La excelente ‘The Americans’ al completo
En pocas historias de ficción se ha narrado mejor, y con total sobriedad, las relaciones entre EE UU y la URSS
Desde septiembre, Amazon Prime Video ha incorporado a su catálogo las seis temporadas de una de las mejores series conocidas, The Americans, un excelente trabajo del guionista Joe Weisberg sobre los tiempos de los Estados Unidos de Ronald Reagan y con dos agentes del KGB como protagonistas, escrupulosamente entrenados para infiltrarse en el país como un matrimonio ejemplar del american way of life.
La última temporada es de 2018. La novedad es que ahora se pueden ver completas las seis. En pocas historias de ficción se ha n...
Desde septiembre, Amazon Prime Video ha incorporado a su catálogo las seis temporadas de una de las mejores series conocidas, The Americans, un excelente trabajo del guionista Joe Weisberg sobre los tiempos de los Estados Unidos de Ronald Reagan y con dos agentes del KGB como protagonistas, escrupulosamente entrenados para infiltrarse en el país como un matrimonio ejemplar del american way of life.
La última temporada es de 2018. La novedad es que ahora se pueden ver completas las seis. En pocas historias de ficción se ha narrado mejor, y con total sobriedad, la relación entre las dos potencias mundiales. Es una serie adulta para quienes disfruten de unos diálogos bien construidos, de un ritmo narrativo sosegado y de unas interpretaciones excelentes.
Nada chirría, y paulatinamente el espectador se sumerge en una atmósfera entre lo cotidiano y lo inquietante. Los Jennings y sus dos hijos pueden ser cualquier vecino de al lado de Washington: vidas rutinarias de un matrimonio que cumple con eficacia su secreta labor en un país que no hace demasiado tiempo había superado el macartismo. La última temporada transcurre en el otoño de 1987. Reagan lleva desde 1981 en la Casa Blanca. Los Jennings han ampliado su tapadera, una agencia de viajes, y Mijaíl Gorbachov publica <CF1001>Perestroika: nuevas ideas para nuestro país y el mundo. Algo se mueve y, naturalmente, los inamovibles tratan de impedirlo, una pugna que se refleja también entre la disciplinada Elizabeth Jennings y el dubitativo Philip.
El último capítulo es un alarde de realización: un encadenamiento de secuencias sin diálogos que reflejan la vuelta al ya casi olvidado Moscú de dos creyentes en un mundo que ya no existe.