Columna

¡Otra maldita serie sobre ETA!

‘El desafío. ETA’ es una serie documental con título disuasorio de ‘blockbuster’ o de videojuego que no hace justicia a su contenido y ambición, impresionantes ambos

Dice Teo Uriarte que la verdadera herencia del franquismo fue ETA, que su terrorismo fue el único resquicio de una época violenta que se negó a aceptar la democracia. Es un pensamiento audaz y certero, porque devuelve la pelota a la propia ETA, que nunca vio diferencia alguna entre el Estado franquista y el constitucional.

Escucho sus reflexiones en El desafío. ETA (Amazon Prime Video), una serie con título disuasorio de blockbuster o de videojuego que no hace justicia a su contenido y ambición, impresionantes ambos. Cuando se estrene dentro de unos días se añadirá a una p...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Dice Teo Uriarte que la verdadera herencia del franquismo fue ETA, que su terrorismo fue el único resquicio de una época violenta que se negó a aceptar la democracia. Es un pensamiento audaz y certero, porque devuelve la pelota a la propia ETA, que nunca vio diferencia alguna entre el Estado franquista y el constitucional.

Escucho sus reflexiones en El desafío. ETA (Amazon Prime Video), una serie con título disuasorio de blockbuster o de videojuego que no hace justicia a su contenido y ambición, impresionantes ambos. Cuando se estrene dentro de unos días se añadirá a una pila de series de ficción y de documentales que amenazan con saturar las pantallas: a la Patria de Aitor Gabilondo y La línea invisible de Mariano Barroso les acompañan, desde la no ficción, El instante decisivo (Atresmedia), de Teresa Latorre y Luz Adama, sobre la liberación de Ortega Lara y el asesinato de Miguel Ángel Blanco (con metraje inédito del primer episodio); Lagun y la resistencia silenciosa, el homenaje de Luis R. Aizpeolea y José María Izquierdo a la librería donostiarra, y pronto, la mentada El desafío. ETA. Seguro que me dejo títulos.

Llegan tras las comedias que caricaturizaban ETA y su mundo (fácil de caricaturizar, porque los fanáticos salen a la calle con la caricatura puesta; otra cosa son las agallas que hay que tener para burlarse de ellos en su cara), por lo que me da la impresión de que empezamos la casa por el tejado, subvirtiendo la fórmula woodyallensiana de comedia = tragedia + tiempo. Nosotros, primero conjuramos el terror con carcajadas, y luego, reflexionamos y subrayamos el drama. Puede que tras muchas propuestas solo haya una picardía por subirse a la ola de Patria, pero en casi todas vive algo más profundo: una sociedad democrática que se palpa el cuerpo buscando un sentido a lo inexplicable.

Sobre la firma

Más información

Archivado En