El diplomado para periodistas impulsado por FEMSA y el Tec de Monterrey celebra 10 años

Cual estudiante universitaria, Carina Martínez pasaba las noches en vela involucrada en el curso en línea, en los foros, en la interacción con otros participantes y en resolver las tareas planteadas por su tutor, uno de los más exigentes. Pero contrario a lo que podría pensarse, “yo disfrutaba realizar cada actividad que me encomendaban”, recuerda la periodista argentina.

Era el año 2009 y Carina Martínez formaba parte de los primeros profesionistas en cursar el diplomado El periodista de la era digital como agente y líder de la transformación social.

“Una experiencia que representó un antes y un después en mi profesión, literalmente. Hacía solo cinco años que ejercía el periodismo y, si bien ya sumaba varias responsabilidades dentro de la redacción, me faltaba el empoderamiento que me dio el diplomado”, explica.

Para la hoy jefa de redacción de la revista Mercado, esa primera versión del programa también fortaleció una de sus más claras convicciones: “Me ‘dio letra’ para sostener en palabras esto que sentía: que el periodismo no es una profesión más que cualquiera puede llevar adelante sin demasiado criterio, sino que cumple, o debería cumplir, una función social primordial”.

Carina había encontrado el quid de esta iniciativa que comenzó a forjarse hace 10 años al interior de Grupo FEMSA.

“Una de nuestras misiones es generar valor social en los países en los que operamos y en ese sentido creemos que el periodismo cumple una función absolutamente relevante en el mundo”, comenta Mauricio Reyes, director de Comunicación Corporativa de FEMSA, quien agrega: “Por ello, en 2009, nos acercamos al Tec de Monterrey con la intención de crear un proyecto en el que pudiéramos contribuir a que un grupo importante de periodistas de América Latina se capacitaran y actualizaran para cumplir mejor su función como actores medulares en el desarrollo de sus comunidades”.

Así nació este diplomado, un programa en busca de profesionales que, además de informar, se solidarizaran con la ciudadanía y se comprometieran a obtener las competencias digitales que los consolidaran como los gestores de cambios que son y cuya labor es tan necesaria en la sociedad.

“Son ellos los que comunican, los que orientan, los que en un momento dado dan optimismo, esperanza, certeza… al ser representantes sociales tan trascendentes, estimamos fundamental trabajar con este grupo extraordinario de profesionistas y darles herramientas para enfrentar los grandes retos de nuestra región”, señala la doctora Laura Ruiz, directora de Educación para el Desarrollo del Tecnológico de Monterrey y cofundadora del proyecto.

Promoción del diplomado de periodistas.

Fueron 147 periodistas de 10 países latinoamericanos (de naciones en las que FEMSA tenía participación hasta ese momento) quienes conformaron la primera generación de esta iniciativa vanguardista: un diplomado 100% gratuito que daba la oportunidad a sus participantes de estudiar en línea, a distancia, con enlace disponible las 24 horas los siete días a la semana, flexible en tiempo y espacio, alineado a sus intereses y a su modelo de aprendizaje y que los mantenía vinculados a fuentes de información y a tutores especializados; ventajas académicas nunca antes vistas en la región.

“El diplomado fue algo innovador en su momento, ya que con él pasamos de las conferencias programadas vía satélite a la formación educativa completamente en línea. Fue el primer proyecto con estas características, sin duda”, confirma la doctora Laura Ruiz.

Ética y compromiso social en el ADN

Desde sus inicios, el diplomado propuso a sus participantes una serie de competencias fundamentales a desarrollar o fortalecer, entre ellas una que suele anquilosarse con el tiempo, sin que nos demos cuenta: la habilidad de detectar y atender auténticas necesidades sociales en el quehacer cotidiano.

“El diplomado me ha conectado nuevamente con el periodismo con causa. Hoy puedo decir que soy un periodista aún más completo y que recuperé esa frescura característica de todo reportero en sus primeros años”, comparte Rosenildo Gomes Ferreira, columnista del portal ISTOÉ Dinheiro con sede en Brasil.

Y para reencontrarse con un desarrollo profesional a ese nivel, resulta indispensable reforzar una norma básica, la ética, esa disciplina que todos creemos dominar.

“Fue uno de los módulos del diplomado que más me marcó. La verdad es que en ese momento no conocía casi nada sobre ética periodística. Los manuales de ética que consultamos pocos colegas los tienen a mano. Me conmovió mucho darme cuenta de esa realidad”, recuerda Carina Martínez.

Esas cualidades a potenciar, junto a otras como el liderazgo y la investigación, forman parte del ADN del curso, un esfuerzo sustentado en materiales didácticos elaborados por periodistas y asesores del calibre de Lucrecia Lozano García, Lorena Frankenberg Hernández, Alma Delia Fuentes, Alberto Tovar, Violeta Chirino Barceló, Javier Darío Restrepo y Marcela Turati.

Sin tiempo para rezagarse

A lo largo de esta última década, la solidez pedagógica del diplomado “El periodista de la era digital como agente y líder de la transformación social” ha estado sujeta a varias pruebas, pero quizá la más importante fue adaptarse al avance vertiginoso de las nuevas tecnologías de información.

“Las competenciales digitales se fueron fortaleciendo. Hace 10 años la era de Internet parecía un tema lejano en la formación de periodistas, pero desde entonces nos propusimos que ellos comprendieran las implicaciones de la transformación que estaban por experimentar los medios de comunicación (porque la velocidad a la que esta venía los sobrepasaría) para asumir con más probabilidades de éxito los compromisos periodísticos que plantea una sociedad contemporánea”, explica la directora de Educación para el Desarrollo del Tecnológico de Monterrey.

El reto ahora no se circunscribe a poseer una excelente formación periodística, es el momento de las redes sociales, de la inteligencia artificial, de Internet de las cosas, de los drones, de la comunicación instantánea… Y del emprendimiento.

Uno de los cambios más significativos y en el que ha puesto más énfasis el diplomado es el tema de los periodistas con una visión empresarial, en el sentido de desarrollar sus propios proyectos de comunicación digital.

Para el director de Comunicación Corporativa de FEMSA “hay una tendencia muy clara a que los anunciantes se vayan a las redes sociales y, desde esa perspectiva, el periodista debe aprender a encontrar oportunidades para lograr que su mensaje funcione mejor. Los periodistas muy activos en redes sociales, que tienen un portal o un medio digital, ayudan mucho a crear un efecto benéfico y multiplicador en la sociedad”.

Plataformas digitales que han propiciado comunicadores independientes, una perspectiva geopolítica y socioeconómica cada vez más especializada, así como nuevos y apremiantes problemas sociales son solo algunos de los desafíos a los que ha tenido que adaptarse este diplomado, el cual se imparte en tres idiomas (español, inglés y portugués) y ya ha graduado a más de 1.150 periodistas de 12 diferentes países, incluido Filipinas.

La aldea para periodistas

Otro aspecto a destacar es que el diplomado promueve entre sus participantes el trabajo colaborativo y la discusión grupal online, lo que desemboca en un intercambio de experiencias que no se encuentra en otro programa de este tipo.

“Fue interesante conocer a periodistas de otros países y de suma importancia para mí establecer esos contactos, pero lo que más valoré es comprender las distintas visiones que tienen sobre la región y entender cómo conciben el periodismo en sus países”, comenta Santiago Spaltro, redactor del periódico argentino El Cronista, quien cursó el diplomado hace dos años.

Este intercambio periodístico internacional dio pie a la Aldea de Periodistas, sitio creado en 2016 con la intención de ser un espacio de encuentro para los cientos de egresados del diplomado y que hoy se ha convertido en un foro de exposición de las tendencias más actuales del periodismo latinoamericano.

“Es muy motivante esta interacción con los colegas y el sentir que todos ‘estamos en la misma ruta’, que hay opciones para generar una transformación, por mínima que sea, desde nuestro lugar de trabajo”, comenta Carina Martínez, quien cursó nuevamente el diplomado este año: “Lo tomé como un festejo de los 10 años. El primero y el décimo; no está nada mal. Una vez más, siento que salí fortalecida, y que las noches sin dormir tuvieron su recompensa”.

De acuerdo con los impulsores de esta iniciativa, después de una década de trabajo, se puede decir que uno de los objetivos principales se ha cumplido: contribuir a formar ciudadanos de la sociedad del conocimiento listos para generar noticias y reportajes de alto valor social en un ecosistema digital, dinámico e interconectado.

“A partir de ahí, su imaginación, capacidad y talento seguramente los llevarán a innovar en proyectos periodísticos que generen desarrollo y bienestar para nuestra América Latina. Nos gusta lo que hemos logrado, pero no nos conformamos: el diplomado tiene que seguir representando un parteaguas desde todas las perspectivas, incluidas la pedagógica y la digital”, concluye la doctora Laura Ruiz. Por lo pronto, el diplomado ya espera a su generación de periodistas 2019.

Como parte de las celebraciones de la décima edición del diplomado “El periodista de la era digital como agente y líder de la transformación social”, FEMSA y el Tecnológico de Monterrey crearon un sitio oficial donde pueden apreciarse las distintas actividades que se han realizado para conmemorar el nacimiento del programa, como el ciclo de conferencias “Voces de América Latina” y distintos paneles orientados a reflexionar sobre la actualidad de la región.

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