La policía australiana registra las oficinas de Greenpeace
La inspección se ha producido días después de que los activistas robasen muestras de trigo transgénico de un centro del Gobierno
La Policía de Australia registró las oficinas del grupo ecologista Greenpeace en Sídney, después de que
varios activistas robaran muestras de trigo transgénico de un centro del Gobierno, según informa la prensa local. Diez agentes de la Policía Federal se incautaron ayer de varios documentos y ordenadores, aunque no realizaron ninguna detención.
Greenpeace ha reconocido que varios activistas se colaron en una granja experimental del Gobierno en Camberra y arrancaron varias muestras del cereal para exponer el peligro de que contaminen a otros cultivos no modificados genéticamente....
La Policía de Australia registró las oficinas del grupo ecologista Greenpeace en Sídney, después de que
varios activistas robaran muestras de trigo transgénico de un centro del Gobierno, según informa la prensa local. Diez agentes de la Policía Federal se incautaron ayer de varios documentos y ordenadores, aunque no realizaron ninguna detención.
Greenpeace ha reconocido que varios activistas se colaron en una granja experimental del Gobierno en Camberra y arrancaron varias muestras del cereal para exponer el peligro de que contaminen a otros cultivos no modificados genéticamente. "Vamos a cooperar con la Policía y su investigación, pero también vamos a continuar con nuestra campaña para llamar la atención sobre el trigo transgénico en Australia", ha señalado a la cadena ABC Steve Campbell, jefe de campaña del grupo ecologista.
Greenpeace ha explicado que ha tratado en varias ocasiones de obtener información sobre los cultivos transgénicos, pero que su derecho a la información ha sido vulnerado en aras de los intereses comerciales, según recoge el diario Sidney Herald Tribune. Laura Kelly, jefa de la campaña de alimentos de la ONG, ha señalado que los australianos ya no pueden confiar en las agencias gubernamentales por el "conflicto de intereses" que existe entre la comercialización de productos transgénicos y la salud pública.