Un hotel con acupuntura urbanística

Barcelona inaugura OHLA HOTEL con la cocina del chef Xavier Franco como atractivo

En uno de los días más desapacibles del año, un nuevo hotel en Barcelona abrió ayer sus puertas, el OHLA HOTEL. Quienes paseen por Vía Laietana podrán comprobar como los otrora primeros grandes almacenes "Casa Villardel" se han convertido ahora en un lujoso hotel de cinco estrellas, perteneciente a la cadena hotelera Aqua Hotel, que mantiene en la fachada el recuerdo de sus predecesores en una restauración que ha durado algo más de dos años.

El edificio está compuesto por 74 habitaciones -con un precio de salida de ...

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En uno de los días más desapacibles del año, un nuevo hotel en Barcelona abrió ayer sus puertas, el OHLA HOTEL. Quienes paseen por Vía Laietana podrán comprobar como los otrora primeros grandes almacenes "Casa Villardel" se han convertido ahora en un lujoso hotel de cinco estrellas, perteneciente a la cadena hotelera Aqua Hotel, que mantiene en la fachada el recuerdo de sus predecesores en una restauración que ha durado algo más de dos años.

El edificio está compuesto por 74 habitaciones -con un precio de salida de 200 euros aunque se prevé que a finales de año alcance los 250-, piscina acristalada, cuatro espacios gastronómicos distribuidos por diferentes zonas e incluso un espacio de hamacas de último diseño en la terraza. El apartado culinario del establecimiento tiene al reconocido cocinero catalán Xavier Franco como jefe de obra. Con una estrella Michelín que traslada al nuevo restaurante SAÜC del hotel, el chef ha diseñado un espacio para apenas 24 comensales. "Para mí es un placer estar en esta gran caja de bombones", confiesa el cocinero.

Fuera, la vista más atractiva del bloque está compuesta por un millar de esculturas insertadas en la fachada por el artista y escultor Frederic Amat. En lo que él mismo ha definido como "acupuntura urbanística", las agujas poseen un cabezal de porcelana esmaltada en forma de pupila que, según el artista, "dan singularidad y plasticidad poética al inmueble sin hacer un cambio radical en su fisionomía". Ni siquiera la lluvia ha mermado la moral del diseñador: "En muchas culturas la lluvia es símbolo de fertilidad, por lo que estoy muy contento con el día que ha salido". La lluvia continúa, pero ya hay un nuevo establecimiento en el que resguardarse.

Fachada y piscina de la terraza del OHLA HOTEL de Barcelona.JORGE ANDREU
Mil agujas en forma de ojo adornan la fachada del OHLA HOTEL de Barcelona.JORGE ANDREU

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