"Dentro no hay nada que hacer"

Alumnos del Instituto Maragall, en Barcelona, van a clases a pesar del paro

Un grupo de estudiantes charla fuera del Instituto Maragall, en la calle Provença de Barcelona. Todos se ponen contra la pared para evitar que los vea el profesor de ciencias sociales, que hoy vigila la puerta. Y en el cambio de la segunda clase avisan a sus compañeros para que no entren y así no se queden "encerrados". No se enteran mucho del sentido de la huelga pero la apoyan, explican entre risas. ...

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Un grupo de estudiantes charla fuera del Instituto Maragall, en la calle Provença de Barcelona. Todos se ponen contra la pared para evitar que los vea el profesor de ciencias sociales, que hoy vigila la puerta. Y en el cambio de la segunda clase avisan a sus compañeros para que no entren y así no se queden "encerrados". No se enteran mucho del sentido de la huelga pero la apoyan, explican entre risas. Las escuelas públicas catalanas afrontan hoy el cuarto paro en tres años. Los sindicatos protestan por el recorte de medios y la nueva Ley de Educación.

Ayer a última hora los estudiantes fueron informados del paro. "Nos dijeron que teníamos que asistir a clase", cuentan los jóvenes mientras ponen música en sus móviles. "Yo creo que han faltado muchos profes, dentro no hay nada que hacer", dice uno de ellos. Según las cuentas que hace una profesora del Instituto Maragall sólo han faltado cuatro de los 80 maestros que tiene el centro. En el caso del bachillerato es más difícil sacar cuentas por la flexibilidad de los horarios.

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El paro esta mañana ha tenido más seguidores en el barrio de Hostafrancs, en el distrito de Sants-Montjuïc. En el colegio Miquel Bleach sólo han asistido 30 de los 160 niños, que hoy se apiñan en dos clases. El silencio contrasta con los dibujos coloridos y los carteles que atestiguan la actividad infantil. Según su directora ,Rosa Estorch, sólo han asistido cuatro profesores de los 20 de plantilla. Los pequeños hacen deberes y al mediodía comerán como cualquier otro día. "Los padres son muy comprensivos", explica la directora cuando se le pregunta si ha habido quejas por la huelga.

En la bulliciosa calle de Sants, cerca del Miquel Bleach, varias madres pasean con sus niños. Algunos son alumnos del colegio, al que sus padres han preferidos dejarlos en casa. "¡Con el día que hace! Es una pena que se queden en el colegio todo el día", dice una de ellas. Mañana volverá la normalidad a las aulas.