La UE y seis potencias mundiales dan luz verde al mayor reactor experimental de fusión nuclear

España acogerá la entidad legal europea del ITER, que se pondrá en marcha en 2016

La Unión Europea y seis potencias mundiales han dado luz verde a la construcción del mayor reactor experimental de fusión nuclear, el ITER (Reactor Experimental Termonuclear Internacional), el proyecto científico internacional de mayor envergadura, que se explotará durante 20 años y que cuenta con un presupuesto inicial de 5.000 millones de euros. Según ha revelado algunas investigaciones científicas, la fusión nuclear produce energía de la misma manera que se genera en el sol y se perfila como una de las tecnologías del futuro para generar energía eléctrica renovable, limpia y barata. Además ...

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La Unión Europea y seis potencias mundiales han dado luz verde a la construcción del mayor reactor experimental de fusión nuclear, el ITER (Reactor Experimental Termonuclear Internacional), el proyecto científico internacional de mayor envergadura, que se explotará durante 20 años y que cuenta con un presupuesto inicial de 5.000 millones de euros. Según ha revelado algunas investigaciones científicas, la fusión nuclear produce energía de la misma manera que se genera en el sol y se perfila como una de las tecnologías del futuro para generar energía eléctrica renovable, limpia y barata. Además de la Unión Europea, participan en el proyecto Japón, Estados Unidos, China, Rusia, Corea del Sur e Italia y tiene el objetivo de reducir la dependencia energética exterior. España acogerá la entidad legal europea de este proyecto que se pondrá en marcha en 2016.

Del presupuesto inicial, la UE financiará el 50%, de los que Francia aportará el una quinta parte y la Comisión Europea el resto. Esto significa que, durante los 30 años de construcción y explotación del reactor experimental, la UE destinará cerca de 10.000 millones de euros. En el presupuesto total se incluyen los costes de desmantelamiento del reactor y el saneamiento de la zona donde se levantará, en la localidad francesa de Cadarche, al sur de Francia.

El potencial de la fusión nuclear "es enorme" para la UE, según ha explicado el director del programa de investigación en energía de la Comisión Europea, Pablo Fernández Ruiz, quien además ha recordado que Europa importa el 50% de su energía del exterior, porcentaje que aumentaría hasta el 70% en 2030 de mantenerse la tendencia actual. Con la fusión nuclear -que permite unir de forma controlada átomos de hidrógeno, tal y como demostraron numerosos experimentos- Europa podría reducir considerablemente su dependencia energética del exterior.

Oportunidad para España

Tras la firma del acuerdo, que ha puesto fin a las intensas negociaciones del proyecto, el director general de Política Tecnológica del Ministerio español de Educación y Ciencia, Carlos Alejaldre, ha destacado la importancia de que "finalmente se lleve a cabo en Europa", tras la renuncia de Japón a situarlo en la localidad de Rokkasho-Mura. Asimismo, Alejaldre ha resaltado la "oportunidad" que supone para España -que ha pujado hasta el final por albergar el reactor en la localidad tarraconense se Vandellós- acoger en Barcelona la sede de la entidad legal europea, responsable de gestionar los 2.000 millones de euros de la contribución inicial europea al proyecto. De hecho, la elección de España como sede de la entidad legal europea del ITER coloca al país "en una posición de privilegio".

El proyecto ITER se remonta a 1988, cuando científicos y expertos de la Comunidad Económica Europea, Estados Unidos, la Unión Soviética y Japón empezaron a trabajar juntos en el desarrollo de un proyecto de reactor experimental termonuclear, que debía concluirse a finales de 1990. La cooperación entre los tres países y la CEE recibió el respaldo del Organismo Internacional de la Energía Atómica, con sede en Viena, y se planteó como el primer paso para explotar y comercializar la fusión termonuclear como una fuente energética inagotable y limpia en las primeras décadas de este siglo.

Los representantes de las potencias promotoras del ITER posan tras la reunión en la sede de la Comisión Europea en Bruselas, Bélgica.AP

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